Esta es la historia de Pep y Pepa Florolos. Pep es indepe y Pepa es progre. Entre ellos se acusan, respectivamente, de corrupto y de cómplice del 155. Pero a continuación dicen que, a pesar de las diferencias, están unidos por un mismo enemigo: el PP y Mariano Rajoy Brey.

En un momento u otro de cada conversación que mantienen Pep y Pepa, entre sí y con otras personas, siempre acaba apareciendo algún improperio contra su gran coco común. Los preferidos de Pep son el de "fascista totalitario" para el partido y el de "es un vago que lo único que le interesa es el fútbol" para el Presidente. Los de Pepa son los de "partido más corrupto de Europa" y "aquel señor antiguo que lleva a cabo políticas neoliberales siguiendo el dictado de Merkel".

Y es que, como todo el mundo sabe, es muy cómodo tener un enemigo a quien culpar de todo. Y de mucho más todavía es mejor. Y va muy bien que este enemigo siempre sea el mismo porque eso permite que se te dispare el automatismo. Ley del mínimo esfuerzo, le llaman.

Pero Pep y Pepa hace días que oyen las diferentes declaraciones que va haciendo Albert Rivera desencadenado. Y no, desencadenado no es el segundo apellido del líder de Ciudadanos sino el adjetivo que lo define en este preciso momento. Políticamente hablando, Rivera está desbocado. Rivera está dejado ir. Rivera va sobrepasado. Rivera es como el chiste aquel del "cuando haces pop ya no hay stop". Rivera, ahora mismo no tiene freno. ¿Por qué? Porque cree que las encuestas le dicen que eso es lo que quiere la gente. ¡¡¡Caña al mono que es de goma!!!

¿Rivera y Rajoy mantienen uno duro combate por el título de ganador de las elecciones y "el líder naranja" (¿qué eufemismo tan bonito para no tener que repetir su apellido o el nombre del partido, verdad?) ha visto que el Presidente es el veterano boxeador que tiene una profunda herida en la ceja de Catalunya y ha decidido castigarlo sin piedad justo en aquel punto. Y no sólo con los puños sino con todo lo que encuentra a mano. De hecho está a punto de llanzarle el propio ring. Con el público incluido.

Y Pep y Pepa hace tiempo que se afanan por echar a Rajoy, sin tener clara si su apuesta de sustitución es Pedro Sánchez, ya que primero tendrían que saber si este señor sigue existiendo. Políticamente hablando. Pero ahora, por desgracia, ven que lo que les podría venir es todavía peor. Vaya, que Soraya, Zoido, Montoro y Dastis son una bañera de tila con valeriana y melisa comparados con la tormenta ciudadana.

Total, que Pep y Pepa se plantean acabar votando al PP para que no gane Ciutadanos.