¿Qué es el poder? ¿Y me lo preguntas tú, clavándome un recurso de inconstitucionalidad (por ejemplo) en mi pupila autonómica? El poder eres tú, Madrit (concepto).

Y el Poder decidió que la mejor manera de afrontar "ese problemilla del noreste" era coger la directa. Y así fue como reclutó a los servicios del equipo LL. Ya lo sabe, "si usted tiene algún problema y se los encuentra, quizás los puede contratar". Y así hemos llegado donde estamos.

Y, ¿dónde estamos? Pues hoy constituyendo el Parlamento español con cuatro diputados que están en prisión preventiva acusados de unos delitos que no se sostienen por ningún lado. Y el Estado lo sabe.

Pero antes hemos estado en el AVE de las 5.50. Entre los viajeros, Jaume Alonso-Cuevillas, que a aquellas horas ya está de buen humor. Y Blanca Bragulat, Meritxell Lluís y Susanna Barreda, parejas de tres de estos diputados que a estas alturas todavía no sabremos si les dejarán serlo: Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez. Y algunos diputados. Y mucha gente durmiendo.

A las 8 y media, ya estábamos delante del Congreso donde Esquerra convocaba "canutazo". Un señor gritaba "Libertad para los presos políticos" y "Viva Rufián". Decía que es de Mataró y que vive en la calle. Más arriba, un señor con una pancarta quería manifestarse. La policía le decía que tenía que ir más abajo. Y el manifestante solitario le decía al señor agente: "Pero si me echa de aquí, no me verá a nadie y yo quiero que me vean. Me manifiesto para que me vean. ¿Me está echando?". Y, sí, lo estaban echando. Aquí el señor ha estado clarividente.

A las nueve y cuarto en el patio que separa los dos edificios del Congreso había una gran mayoría de periodistas catalanes. De medios catalanes y de catalanes que trabajan en medios de Madrid. Somos una especie de plaga. Aquí era donde las televisiones hacían sus directos. Estaba Albert Calatrava entrando en Els Matins de TV3, la Griso, la Pastor... y por sus micrófonos iban pasando diputados. Y diputadas. Y arriba y abajo también estaba Basté con su inalámbrico radiofónico.

A las 9.32, Carmen Calvo ha pasado por delante de mí y a un palmo. Me ha saludado muy efusivamente. Desconozco con quién me confunde. Pero me he quedado muy intrigado. A continuación, ha pasado en dirección al hemiciclo el presidente de la mesa de edad, Agustín Javier Zamarrón, que parece Valle-Inclán. Sin duda ha sido el hombre del día. ¡Defiendo que el presidente de la cámara sea él!

Ha sido cuando me he cruzado con Gabriel Rufián. Le he preguntado cómo vio ayer a Junqueras. Dice que estaba muy contento porque con el coche había podido ver el paisaje. ¿Se lo imagina? ¿Un año y medio en la prisión, cuatro meses trasladado arriba y abajo dentro de una caja y por fin poder ver el paisaje? ¡BRU-TAL!

Y ahora usted me preguntará: "¿Se nota que estamos en el Congreso y no en el Parlament?". Pues mire, sí. Hay diputados y diputadas vestidos como para ir a una boda. De esas donde sirven dátiles con beicon, cortan la corbata del novio, hay un cuñado que incluso se bebe el agua de los floreros y del pastel sale una paloma deprimida y con anemia.

A las 10 menos cuarto, en el lado de la Carrera de San Jerónimo, o sea en la zona de los leones, se han oído aplausos. Y por la puerta de hierro ha entrado Miguel Ángel Revilla, que pasará a la historia por haber sido presidente de Cantabria, por regalar anchoas y porque el día de la boda de los actuales reyes meó al lado de Harald de Noruega. Quien aplaude es su séquito. Son unas 30 personas que siempre van a su lado, pero un poco por detrás de él. Ahora arriba. Ahora abajo. Y él fumando un puro.

He ido a seguir la sesión a una de las salas habilitadas. Había unos 30 periodistas y con empate entre catalanes y "provincias y extranjero". Entre los catalanes, Toni Cruanyes, presentador del TN noche.

Empieza la votación. “Señorías, a ver si es posible liberalizar el foso”. Lo ha dicho el presidente de edad en un momento de atasco entre los diputados que iban a depositar la papeleta en la urna sacra (así ha sido llamada) situada en el atril y los que ya lo habían hecho. La culpable es Marta Rosique, diputada de Esquerra y secretaria de la mesa de edad, que leía muy rápido (eh, pero muy rápido) los nombres y había más diputados que espacio. La cuestión: nunca me habría imaginado asistir a un atasco de diputados.

Para recuperarme del momento, he ido al bar. Tercer piso. He subido a pie para abrir el apetito. Allí la estrella es el pincho de tortilla. Hay una barra larga con varios expositores y he contado unas 50 tortillas con un tamaño de un palmo de diámetro. Podía ser con cebolla o sin. La tortilla. Y si pedías "barrita", podía ser con tomate y aceite. El tomate venía triturado y envasado dentro de un recipiente de plástico. Café con leche y pincho, 2,15€. Tabien

Bajo por las escaleras y me encuentro a Arcadi Espada. Me dice que hoy es un día muy triste porque en el hemiciclo hay unos cuantos diputados que tendrían que estar en la prisión. Le digo que estoy completamente de acuerdo. Me mira y afirma: "Creo que lo decimos por motivos diferentes y sobre personas diferentes". Efectivamente. Aquí Espada, como el manifestante, ha estado clarividente.

Dejo a Espada y me encuentro al abogado Jordi Pina. Hablamos del juicio, claro. Cree que han conseguido demostrar la inocencia de los acusados. Me destaca que una de las cosas que más ha sorprendido en el Supremo ha sido la mediación. Aquí en Madrit (concepto) no entienden que en las manifestaciones y en las concentraciones la policía no actúe a saco, sino que primero se dialogue sobre cómo hacer las cosas.

Salgo a tomar el aire y vuelve a pasar Revilla con su séquito.

Y dentro, la sesión continuaba. Vendría a ser como una gala de entrega de premios. Pudiendo despacharlo en cinco minutos, lo alargan para que parezca que la cosa es importante. No hace falta.

Y al final, después de las votaciones eternas, la cosa ha finiquitado. En el momento de hacer balance y resumen me quedo con las imágenes. Hoy usted y yo las hemos visto de inimaginables y de muy impactantes. Las de dentro, que puede saborear en otros apartados del diario, y una que ha sucedido a las 15.02. Del edificio de oficinas del Congreso, el que está en el otro lado del hemiciclo y que separa el famoso patio, ha salido... un mosén. ¡Con alzacuello y clergyman! Se lo he preguntado a un ujier y me ha dicho: "Trabaja aquí".

Me pinchan y no me sacan sangre. O cómo diría Makinavaja, el personaje de Ramon Tomàs, Ivà: Po fueno, po fale, po malegro...