Chico, esto de la justicia española es el Titánic. Si ya hace días que la Orquesta Llarena, "música de ayer, de hoy y de siempre", sigue tocando mientras va cayendo la consistencia probatoria de los delitos, hoy sólo ha faltado el concierto del cuarteto Sandro, Soraya, Mariano y Cristobal.

Esto de Sandro Rosell es para mear y no echar gota. Le han hecho batir el record de permanencia en prisión provisional por un delito económico, con la bonita cifra de 643 días encerrado, y empieza el juicio anteayer, y él declara ayer y hoy lo dejan en libertad provisional. ¿Perdón? Oiga, hace dos días este señor estaba en  prisión porque, según la misma Audiencia Nacional que hoy lo ha dejado en libertad, existía "un altísimo riesgo de huida". ¿Y hoy ya no hay? ¿Qué ha cambiado? ¿Hoy ya no huirá? ¿Ah no? ¿Y por qué? ¿Cómo lo saben?

Y hablando de saber, ¿sabe aquello que nos han repetido desde hace días que durante el juicio de Estado para escarmentar el independentismo los testigos "no pueden mentir"? Bien, pues hoy la ex vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría (SSS) ha repetido una y otra vez que no sabía nada de nada de lo que sucedía en el Gobierno. ¿Ella, la ministra de temas catalanes, con despacho en la Delegación del Gobierno de la calle Mallorca de BCN, situada justo delante del ilustre Colegio de Abogados, no sabía nada de las decisiones que se tomaban sobre Catalunya?

SSS hoy ha dicho que "todo lo que no se publica en el BOE o en el DOGC no tiene efectos jurídicos". Rápidamente Olga Arderiu, abogada de Carme Forcadell, ha aprovechado para preguntarle qué pasa pues con la famosa declaración de independencia que ni fue firmada ni fue publicada en ningún diario oficial:

O sea, no hubo independencia. Y no lo digo yo, lo dice SSS. Y después, quien fue presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho que no hubo ningún referéndum. Bien, si no hubo referéndum, ¿por qué enviaron los piolines a llevarse urnas por la fuerza y actuando con una gran violencia contra una resistencia pacífica? Y después de después, quien fue ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, ha dicho que no se cobró ninguna factura relacionada con el referéndum, cosa que quiere decir que no se pagó ninguna factura. Y si no se pagó ninguna factura, no pudo haber ningún desvío fraudulento de dinero público.

Pues bien, ¿si no hubo independencia, no hubo referéndum y no hubo malversación, qué cojones están haciendo en el Supremo? ¿Alguien me lo puede explicar? ¿Qué pasa, están juzgando un caso en base a la paradoja del gato de Schrödinger con una sobredosis de burundanga? (el gato, naturalmente).

Y ahora pido un favor, que en mi (humilde) presencia nadie diga nunca más que los testigos de este juicio están obligados a decir la verdad porque me enfadaré. Y mucho. ¿Repasamos?

- SSS ha dicho que la decisión de enviar los piolines fue tomada el 22 de septiembre, el día siguiente de ver la violencia que existió los días 20 y 21 de septiembre. Pero es que los barcos con los piolines atracaron en el puerto de BCN... ¡¡¡EL DÍA 20!!!

- SSS ha dicho que no sabe cuántos policías vinieron durante la llamada "Operación Copérnico", nombre oficial de la Operación Piolín"... ella, que era vicepresidenta de un Gobierno que dijo que el operativo había costado 87 millones. ¿Cómo pudieron saber el coste de un operativo sin saber cuántos efectivos formaban parte? ¿Cómo lo contaron?

- SSS ha utilizado la expresión "violentas murallas humanas", que es exactamente igual que la que usó la Fiscalía, sin que el juez haya abierto boca.

- Mariano Rajoy ha dicho que no le consta que el Gobierno que él presidía hubiera incumplido resoluciones del Tribunal Constitucional. ¿No le consta que al menos eso sucediera 34 veces?

Y no continúo porque si lo hago no me queda espacio para dos comentarios paralelos: 1/ Tanta mandanga con VOX, que si VOX huy qué miedo... Y han hecho unas preguntas que serían expulsadas de un convento de ursulinas por pecatas y 2/ que el siglo XXI, cuando declaras en un juicio, tengas que decir tu estado civil es una cosa tan casposa que supera la cantidad de restos capilares existentes en la sala donde H&S prueba la efectividad de sus champúes anticaspa.