Es una de las críticas al procés: ha despertado a la bestia. Se ve que el comportamiento que le estamos viendo a la bestia es culpa de quien quiere huir de la bestia precisamente porque es una bestia y no es culpa de la bestia que es y se comporta como una bestia. Interesante. Mirémonosla, pues, a ver qué hace (la bestia). Y para no alargarme hasta el infinito del infinito infinito me centraré sólo en los movimientos de la bestia durante las últimas 24 horas. Por lo tanto todo aquello de ayer de Arco, del rapero, del libro de narcos con un exalcalde del PP ofendido, del mondongo de El Bigotes y de la defunción de la libertad de expresión, suma en el total del campeonato, pero no en el parcial de la jornada de hoy.

¿Y, qué tenemos hoy? ¿Que, qué tenemos hoy? Hooombre, el informe de Amnistía Internacional, un organismo que estaba como la bestia, dormido, pero que, finalmente, ha respirado. Ha respirado flojito, como hacemos nosotros cuando pasa por nuestro lado un camión de la basura, pero ha dicho que durante el último año España ha vulnerado reiteradamente los derechos humanos básicos. Ah, y que el 1-O hubo un uso "excesivo de la fuerza contra los manifestantes que opusieron resistencia pacífica". Alguien tendría que decirles a los señores y señoras Amnistía que la gente que recibió las hostias no eran manifestantes sino personitas que querían votar, pero bueno, al menos saben que recibieron.

Y hoy también tenemos el jefe de la Guardia Civil que investiga el procés a quien Patricia López y Carlos Enrique Bayo (Público.es) le han descubierto una cuenta anónima en Twitter. Y que desde allí trolea a Mossos, políticos indepes y, sobre todo, periodistas que no escriben lo que él querría y como él querría. Si quiere pasar un ratito entretenido, él es el teniente coronel Daniel Baena (@JDanielBaena). Y la cuenta de Tácito, su otro yo, es @nmaquiavelo1984. Aunque sería más propio una que se llamara Orni&Pistraus2018.

Y añadimos a la gloriosa jornada de hoy la declaración de dos individuos que nos están dando grandes momentos: Diego Pérez de los Cobos y Juan Ignacio Zoido. El primero es coronel de la Guardia Civil y fue el coordinador policial del 1-O. Hoy La Vanguardia publica (filtrada) su declaración ante el juez Llarena donde, de entre otras cosas, dijo que aquel día "no hubo cargas policiales" sino "actuaciones policiales para cumplir la orden judicial". Interesante percepción la suya. Me muero por tener su versión sobre lo que se explica de él cuando la noche del 23-F se presentó vestido con camisa azul en el cuartel de la Guardia Civil de Yecla (Murcia) ofreciéndose como voluntario para dar apoyo al golpe de estado. Posiblemente fue una actuación para pasear la camisa que se le estaba apolillando en el armario.

El segundo individuo, Zoido, trabaja de ministro del Interior y hoy ha ido a la SER. Y allí ha dicho que las imágenes de aquello que Los Cobos califica de "actuaciones policiales para cumplir la orden judicial" fueron una mentira podrida, pero que el tema ya se ha aclarado. Sí, lo que todos hemos visto no lo hemos visto y "aquello que -los catalanes- habían querido vender nadie se lo ha comprado. No tienen ningún apoyo institucional serio fuera de Catalunya y los grandes medios se sintieron engañados". Ah, Zoido lo ha rematado usando ese humor tan suyo y haciendo el chiste aquel que dice "en España tenemos división de poderes, vivimos en un estado de derecho y está garantizada la libertad de expresión". ¡Ha, ha, ha! ¡¡¡Buenísimo!!! Y ha ofrecido un bis afirmando que "alzar la voz se ha vuelto cada vez más peligroso en España". La broma es que se refería a los que piensan exactamente como él. ES-PEC-TA-CU-LAR. Sobre todo porque ha conseguido excretarlo sin que se le escapara ni la risa. Y tampoco ningún gas.

Pero la traca, el pañuelo y la vuelta al ruedo con folre, manilles y puntals ha sido el intento de detención de Joaquín Reyes mientras iba disfrazado de Carles Puigdemont. Resulta que el colaborador de El Intermedio (La Sexta) estaba en un parque de Torrejón de Ardoz a punto de grabar un gag caracterizado como president de la Generalitat y un vecino lo ha visto. Y lo ha confundido. Y ha llamado a la policía. Y enseguida se han presentado 6 miembros del Cuerpo Nacional de Policía dispuestos a detenerlo. Finalmente Reyes ha podido demostrar que no era Puigdemont y ni lo han detenido preventivamente por rebelión, ni por sedición, ni por nada. No sé, quizás al final sabremos que todo ha sido un montaje del programa, pero después de que Zoido dijera que tenían controlada la frontera por si Puigdemont entraba volando en un ultraligero, estar punto de detener a un imitador suyo es lo más normal del mundo.

Total, que con un panorama como este de 24 horas escogidas al azar, queda demostrado que la bestia existe. Y que ha mostrado su cara real. Y que la reacción de la bestia una vez despertada afianza los argumentos de los indepes para hacer las cosas que han despertado la bestia. Dicho de otra manera: nadar en un río lleno de cocodrilos durmiendo no te garantiza acabar comido por una manada de cocodrilos recién despertados.