La aplicación del 155 es como comer caracoles. A quien le gustan, se zamparía dos platos. Y a quien no le gustan, el plato le provoca arcaditas. Por lo tanto, el título de esta pieza es un piropo para quien decidió aplicarlo, una cosa que, por cierto, de la cual está muy orgulloso, y un insulto para quien recibe las consecuencias. Y la prsona que ha aplicado el 155 ha venido esta mañana a BCN al acto de presentación de las candidaturas del PP a las elecciones del 21-D. Unas elecciones de las cuales también está muy orgulloso porque las convocó él. Ah, por cierto, el señor 155 es Mariano Rajoy.

El acto lo han celebrado en el hotel Barceló Sants de BCN, el que está justo encima de la estación de tren del mismo nombre (Sants, no Barceló). Y había mucha seguridad. Mucha. En los alrededores a cargo de Mossos uniformados, en la zona de acceso al hotel a cargo de Mossos de paisano y en el interior del hotel a cargo de Moncloa. Según la página web del PP, la cosa empezaba a las 11.00. Según ha tuiteado Xavier García Albiol esta mañana, a las 11 y media. El caso es que a las 10 y media la sala ya estaba llena hasta los topes. Por lo tanto, he dejado la chaqueta en una de las sillas reservadas a la prensa y he ido a dar una vuelta. Y ahora vienen dos "por cierto": 1/ Por cierto, la chaqueta me la han vigilado dos señoras de la fila de detrás y 2/ Por cierto, en esta misma sala la revista El Jueves celebró la cena de sus 25 años, invitando a algunos de sus lectores más fieles.

Y mientras un servidor daba el ya citado paseo, se me ha acercado un señor y me ha preguntado: "¿Tienes bolis"?. He entendido que quería un bolígrafo para escribir alguna cosa y, como yo llevaba la credencial de prensa, era la persona indicada para usar un utensilio como este. Cuando le he comunicado que no llevaba ninguno, he comprobado que el señor no quería ningún bolígrafo paraescribir. Sobre todo cuando me ha dicho: "Trabajo en el escáner del AVE y mi jefe me ha dicho que le baje bolis del PP".

Mariano Rajoy ha llegado al edificio a las 11.23. El camino desde la entrada en la sala y su silla ha durante 9 minutos y una cifra indeterminada de abrazos, apretones de manos, fotos y besos. Mientras Rajoy era asaltado por la masa, en la sala se oían muchos gritos de "Viva España", "Viva la Constitución" y también alguno "Viva el Rey".

Y ha empezado el acto. Del parlamento de Dolores de Cospedal destacar que ha llamado "Xavi" a García Albiol, marcando mucho la X con pronunciación catalana. Y destacar también el cabreo considerable de un señor que tenía en mi fila y en tres sillas de distancia a mano derecha. Concretamente con otro señor que él tenía tres filas delante suyo y que no paraba de levantarse a hacer fotos con el móvil y le tapaba. La bronca ha sido tan contundente que el del móvil no lo ha vuelto a sacar del bolsillo ni para mirar la hora.

Veinte minutos más tarde, turno para Xavi. Ha dicho que en la sala éramos 1.300 personas. Lamentablemente no tengo cifras de la Guardia Urbana. La arrancada del discurso tiene relación con lo que le decía al inicio de la pieza: "Mariano, te queremos agradecer que hayas aplicado el 155". Y la gente ha estallado en una gran ovación acompaña de un no menos gran griterío que ha obligado el citado a levantarse y saludar. O, sea, les guntan los caracoles.

Y entonces ha saltado la noticia. Pronto Xavi será "señor Xavier". Sí, el candidato nos ha comunicado que el 8 de diciembre cumple 50 años y que el mejor regalo será estar haciendo campaña. Ah, y de paso le ha pedido a Rajoy que aquel día venga a Catalunya. A lo largo de su parlamento se ha producido varias veces el fenómeno llamado "comentario espontáneo". Consiste en que alguien del público emite un comentario espontáneo (de aquí el nombre) y en voz alta. Y, como todo el mundo está en silencio, el comentario se oye mucho. Destaco "A la carcel Puigdemont", "Delincuentes a la cárcel", "Que intervengan TV3". Otros momentos han sido el "fuera, fuera" del público provocado por la cita del nombre de Gabriel Rufián y el momento "me lo imaginaba más grande", cuando Albiol ha hablado del hasta hace tres días alcalde socialista de Gimanells y ahora candidato del PP por Lleida. Él se ha levantado a saludar y el aplauso que ha recibido ha tenido una intensidad -34 en la escala del carisma.

Y a las 12.25 ha tomado la palabra Mariano Rajoy anunciando que el día 8 estará en Catalunya. Ahora falta saber si traerá el pastel y si le pondrá 50 velas, una sola o un 50 en números. De momento lo que Rajoy le ha traído a Albiol ha sido una larga lista de adjetivos favorables: valiente, próximo, habla con la verdad por delante, valor de ley, valor seguro, sabe construir equipos, estaré a tu lado siempre que quieras... Y es hijo de la Catalunya Real.

También nos ha dicho que las elecciones "no serán en domingo sino en jueves. Y las he convocado yo que soy al presidente del Gobierno de España". Eso ha provocado grandes aplausos y el comentario espontáneo de una señora titulado: "con dos cojones". Rajoy ha defendido la aplicación de este 155 que nos ha devuelto la legalidad y la tranquilidad, nos ha comunicado que "en España se puede defender cualquier idea, incluso se puede ser independentista, pero cumpliendo la ley", ha pedido a las empresas que no se marchen, que se consuman productos catalanes y que "recuperemos la Catalunya sensata y pactista del seny". En total, 27 minutos de discurso.

Mientras la gente abandonaba la sala, la señora que me había vigilado la chaqueta me ha preguntado de qué diario era y si somos indepes. Me ha explicado que tiene 90 años, que hace 72 que vive en Catalunya, que su madre murió hace 18 años y que tanta gente le marea. Por eso se esperaba a que todo el mundo se marchara para salir ella. Le he preguntado cómo lo veía todo y, después de un inicio muy potente contra Puigdemont y TV3 me ha acabado diciendo: "que todo el mundo defienda lo que quiera, pero sin mentir".

En el hall, mientras Rajoy desaparecía por un ascensor que conecta el hotel con la estación, dos militantes del PP me han preguntado "¿Qué crees que pasará"? y "¿Cómo lo ves"?. Mientras comentábamos la jugada, ha pasado Alicia Sánchez Camacho asediada por un montón de gente, incluido un señor que para darle dos besos la ha sacudido como si preparara un dry martini. Ya en la calle, la ministra Dolors Montserrat, también perseguida por gente sedienta de fotos y besos, justificaba la prisa por marcharse porque su hijo tenía un partido de fútbol y no se lo quería perder. Lamentablemente no sé el resultado. El del partido. Por cierto, el resultado que obtendrá en las elecciones la lista presentada hoy, tampoco lo sé. De momento sólo puedo asegurar una cosa: no sacará 155 diputados. Vaya, creo...