Artículo 472 del Código Penal: "Son reos del delito de rebelión los que se alzaren violentamente...". "Violentamente", esta es la gran cuestión. Esta es la clave. Esta es la palabra.

Pero no se vaya, que ahora viene contra qué y para qué finalidad tienes que alzarte violentamente:

Derogar, suspender o modificar la Constitución, destituir al Rey de sus prerrogativas, impedir unas elecciones, disolver el Congreso de los Diputados o cualquier Parlamento autónomo, sustituir por otro el Gobierno del Estado o de una comunidad y "sustraer cualquier clase de fuerza armada a la obediencia del Gobierno".

Este viernes será el primer día de la rebelión. Y lo será porque la fiscalía así decidirá que lo sea acusando parte del Gobierno anterior y a la cúpula profesional de los Mossos de este delito. Y después vendrán muchos más días de rebelión. Uno por cada trámite que se vaya completando hasta llegar a la sentencia.

Y la fiscalía y el resto de estamentos judiciales por los cuales irá pasando el caso hasta la sentencia final saben que cada día que pase manteniendo viva la acusación de rebelión, será un día de mentira y abuso.

Y lo será porque sólo hace falta tener ojos, saber leer y recordar qué sucedió en Catalunya ahora hace un año para llegar a la conclusión de que, efectivamente, eso de la rebelión es mentira. Y que, además, quien hace la acusación lo sabe. Pero que no le importa.

Una destacada personalidad relacionada con la justicia española me hizo hace tiempo una reflexión que encontré tan interesante como significativa. Vino a decir que muchos los 5.600 jueces y magistrados existentes en España van por el mundo asistiendo a conferencias, simposios, congresos y reuniones variadas. Y sus compañeros de todo el mundo les preguntan por lo que está sucediendo en la justicia en España. Y para la mayoría de ellos y ellas, profesionales de la justicia y no jueces-políticos defendiendo un estado paralelo dentro del Estado, les es muy incómodo y poco agradable tener que dar unas explicaciones inexplicables.

Como incómodo y poco agradable es tener que recordar las decisiones en relación a esta cuestión de la justicia alemana (sí, sí, aquel tribunalito regionalito), de la belga, de la suiza, de la holandesa y de la escocesa. De momento.

Y como entrañable es tener que explicar que no se juzga al jefe del "alzamiento violento", que es el president del Govern que organizó la peligrosa trama armada, porque este señor está en Bruselas moviéndose libremente y pasea tranquilamente por medio Europa participando en todo tipo de actos públicos.

Estos viernes es el primer día de la rebelión. Contra la ley y la justicia. Y no les importa nada que todos nos hayamos dado cuenta de que eso es así.