Había una vez un cretino que no tenía suficiente con serlo sino que estaba dispuesto a demostrarlo. Abiertamente. Su nombre era Naim Darrechi y su profesión "tiktoker". O sea, alguien que se había hecho famoso por colgar vídeos en una red que se llama Tik Tok. Tan famoso que tenía 27 millones de seguidores. Y de seguidoras. Es decir, cualquier cosa que este cretino excretaba, la recibían cuatro veces la población de Catalunya, cinco veces y media las de Dinamarca o Noruega, un millón y medio de personas más que las que viven en Australia y sus seguidores serían el país 51 del mundo con más habitantes por detrás de Venezuela. Poca broma.

Pues bien, como que tener millones de seguidores no quiere decir tener cerebro, el tal Naim aprovechó una entrevista con un youtuber (otra nueva profesión) para decir unas cuantas imbecilidades muy propias de alguien como él. Estas:

 

Como les sucede a menudo a los tiktokers y a los youtubers, el vídeo se ha hecho viral y la cosa ha acabado con la ministra de Igualdad del Reino de España, Irene Montero, anunciando en twitter que "pondrá en conocimiento de la fiscalía" las practicas sexuales de este individuo porque "constituyen un delito que la ley 'sólo sí es sí" reconoce". Y aquí es cuando servidor ya se está haciendo encima un montón de consideraciones que querría compartir con usted. De momento: 1/ Queda claro que estamos ante un cretino insustancial sin nada que decir, pero que lo dice. Y llega a mucha gente. Hace 30 años habría sido el típico bocas de la clase de los mayores y habría cautivado a tres chicas de la clase de los pequeños. Ahora lo hace con millones, 2/ Hacer ostentación de la manera como desarrolla su actividad sexual es demoledor para las campañas que intentan que los jóvenes tengan relaciones seguras para evitar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual y 3/ La manera de hablar demuestra que ser joven no te excluye ser un machista de serie Z.

Pero ahora vamos a la ministra. Ser un imbécil que miente y engaña a las chicas para realizar sexo con penetración sin preservativo no es ningún delito. Básicamente porque ellas están con él libremente. El "sólo sí es sí" no tiene nada que ver con eso. Esto no es La Manada, esto es sexo consentido. Con un imbécil mentiroso de encefalograma plano que usa su fama para follar todo el que puede, sí, pero no fuerza a nadie.

Pero no se vaya porque ahora viene el giro de guion. Las primeras críticas por su manera lamentable de transitar por el mundo han derivado después, justamente entre un sector que podría defender su actitud ante la vida, hacia un "¿Se llama Naim Darrechi? Pues entonces es un puto moro violador". Paradojas de la sociedad del me gusta, donde tu valor se mide en función de los likes que obtienes en las redes y donde en una hora pasas de ser un influencer a ser una paria.

Pero al final estamos ante de un desgraciadito que en un momento de su vida ha sido popular, que ha podido influir en que muchos jóvenes no usen preservativo, que algunas de ellas hayan quedado embarazadas y del cual nadie se acordará dentro de no mucho. Alguien justito que sabe comunicar y que ni es consciente de sus carencias neuronales. Y que, seguramente, piensa que tampoco hay para tanto porque lo que dijo es lo que piensa. El problema es cuando leemos según qué en medios de comunicación "profesionales". Cuando leemos barbaridades detrás de las cuales sí que hay una intención y un objetivo. Mediático, económico y político.

Estoy hablando de un tuit sobre lo que se conoce como el "Caso Samuel", el chico apaleado por un grupo de trozos de carne con ojos que mientras lo golpeaban hasta la muerte le gritaban "maricón". Unos chicos, por cierto, que están recibiendo un trato exquisito por parte de unos medios de comunicación expertos en intentar destruir la vida de personas de quien publican fotos en portada señalándolos sin pruebas, como si eso fuera el oeste, o que las publican en páginas interiores robadas de documentos a los que sólo tienen acceso los cuerpos de seguridad. Estoy hablando de este tuit:

El Mundo¿Lo ve, verdad? ¿Ahora ya tiene claro quién es la mala i la culpable?