El gran Houdini, David Copperfield, Juan Tamariz, Li-Chang, el Mago Pop, el mag Lari y Enric Magoo. ¿Sabe dónde estaban todos estos magos el 1 de octubre del 2017? Efectivamente, estaban trabajando juntos, algunos en espíritu debido al tema de las defunciones y tal, para unir su saber. El objetivo era hacer un truco de bilocación con osmosis inversa global para conseguir que la policía cargara en los colegios electorales del referéndum sin recibir ninguna orden de nadie. ¡¡¡Taaaaaaachachaaaan!!!

Naturalmente, la Audiencia de BCN, consciente de esta realidad incuestionable, ha decidido que no hubo ninguna orden concreta para cargar aquel día y, en consecuencia, deniega la posibilidad de imputar los máximos responsables policiales de la cosa. O sea, ni el comisario responsable de la unidad de información del CNP, ni el jefe de los antidisturbios, ni el jefe de la brigada de información de BCN decidieron nada. De nada. Ni sus jefes superiores tampoco. Aquel día, allí, las cosas sucedieron solas. De repente unas cuantas moléculas provocadoras de hostias convergieron en el espacio tiempo y, patapam, la hostia se hizo carne. O mejor decir, se hizo en la carne. Concretamente en la de los votantes. Eso sí, con la inestimable ayuda de los ilusionistas mencionados expertos en el nada por aquí y nada por allí y ahora le saco un sombrero del conejo. ¡¡¡Taaaaaaachachaaaan!!!

Mire si todo sucedió por aquello que a veces sucede en la vida que tampoco había diseñado ningún operativo policial "severo y violento". No, no los agentes que tenían que ir a los colegios electorales, de camino hacia allí se hicieron de la CUP. Y, como consecuencia, hicieron una asamblea autogestionaría y decidieron que cargarían. Por su cuenta. Bueno, a ver... cargar-cargar tampoco cargaron tanto. Lo que pasa es que las imágenes que todos (y todas) hemos visto están tomadas desde un un ángulo que parecen mucho más de lo que fueron. De hecho eran abrazos. Y muy cordiales. Pero usted ya sabe que aquí hay mucha manipulación. Y muy mala idea. ¡¡¡Taaaaaaachachaaaan!!!

Total, que ahora le explico lo qué sucedió realmente. Los policías decidieron cargar -pero no mucho- por la vía unilateral de su propia autodeterminación. Y lo hicieron a la vez y con el mismo patrón de conducta por una inspiración mágico-divina. Y ninguno de sus superiores dio la orden de detenerlo, a pesar de saber que ellos no habían dado el orden y por lo tanto aquello no tenía que estar sucediendo. Y no dieron la orden porque... bueno, pues porque... Porque el perro se les había comido los deberes y se les había muerto la abuela. Muy junto. Todo a la vez. ¡¡¡Taaaaaaachachaaaan!!!

Como todo el mundo sabe, los cuerpos de seguridad, igual que los ejércitos, no están nada jerarquizados y allí todo el mundo hace lo que le dala real gana. ¿Les apetece cargar? Cargan. ¿Que les da por detener a una banda de traficantes de sifones? Los detienen. ¿No les apetece detener a unos peligrosos terroristas que en su casa tienen lejía, una vela del Ikea y un destornillador de estrella? Pues no los detienen. ¿Y que al final la culpa de todo es de Houdini, de David Copperfield, de Juan Tamariz, de Li-Chang, del Mago Pop, del mago Lari y de Enric Magoo? Pues que les hagan un consejo de guerra. Total, podrán hacer magia y escaparse... ¡¡¡Taaaaaaachachaaaan!!!