Pues ya sabemos dónde está. Emérito I reside en una bonita localidad sin especificar de uno de los siete Emiratos Árabes Unidos que, vaya por Dios, resulta que no tienen tratado de extradición con Suiza. Ninguno de ellos. Qué cosas más casuales suceden en las bonitas regiones petroleras, ¿verdad?

Total, que el amigo especial de Corinna se nos ha ido a vivir a una dictadura donde no hay elecciones, ni partidos políticos, ni los trabajadores tienen ningún derecho. Un pueblecillo situado en medio del desierto donde a los que roban ya no les cortan la mano, una gran noticia para las extremidades superiores del marido de Sofía de Grecia, pero donde aún ahora los derechos de las mujeres están a la altura del lugar donde han instalado el pueblecillo. O sea, en la nada. Y, sobre todo, un lugar donde es delito mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Esperamos y deseamos que la justicia de allí sea tan generosa con Emérito I como lo es la española y no le apliquen este precepto, porque si no, vamos mal.

Pues bien, para celebrar que Emérito I el Abdicador, 1/ ha huido de España sin avisar, 2/ sin decir por qué, 3/ después de ser acusado de cobrar diversas comisiones multimillonarias, 3/ que ingresó en cuentas particulares situadas en paraísos fiscales, 4/ de hacer negocios privados mientras representaba a España por el mundo, 5/ y de estropear la imagen pública de la institución real hasta límites negativos nunca vistos, ha aparecido el ejército de Pancho Villa. Pero el de su bisabuelo (el de Pancho Villa). Y es así como una setentena de exministros, expresidentes autonómicos y antiguos altos cargos han salido del sarcófago para suscribir un manifiesto donde defienden su presunción de inocencia (la del Emérito), recuerdan que bajo su reinado España (¡VIVA!) vivió "la etapa histórica más fructífera que ha conocido en la época contemporánea" y defienden que "si sus acciones pudieran ser merecedoras de reprobación lo decidirán los tribunales de justicia. Pero nunca se podrá borrar la tarea del rey Juan Carlos en beneficio de la democracia y de la Nación, bajo pena de una ingratitud social que nada bueno presagiaría del conjunto de la sociedad española".

Quiero detenerme en estas afirmaciones, pero como lo más interesante de los manifiestos es saber quién los firma, primero le hago una lista con los nombres más representativos de la cosa suya. Básicamente son gente de aquella UCD que existió cuando el PP votaba "no" a la Constitución y Aznar pedía abstenerse en el referéndum de la Carta Magna y de un PSOE y un PP localizados en la parte baja de la sima de Atapuerca. Estamos hablando de Alfonso Guerra, Esperanza Aguirre, Matilde Fernández, Rodolfo Martín Villa, Marcelino Oreja, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Cristina Alberdi, Ana de Palacio, José Rodríguez de la Borbolla o José Ignacio Wert. Y ahora vamos a los argumentos expresados por estos señores y estas señoras.

Sobre la presunción de inocencia, servidor se la concede toda. Y más. Pero quien se ha ido ha sido Juan Carlos y es él quien nos tiene que explicar por qué lo ha hecho sin decir nada. Y por qué ha huido de España si la justicia española no le puede hacer nada porque su figura es inviolable. Y ya puestos, ha de explicarnos por qué, curiosamente, huye a un estado sin tratado de extradición con el país que sí lo investiga.

Con respecto a la etapa más fructífera estamos como en aquello de que Hitler hizo muchas autopistas y Franco pantanos y la Seguridad Social. Y no comparo trayectorias, aunque uno de los dos citados fue quien lo eligió como sucesor. Al Emérito. ¿Y "etapa más fructífera" comparada con qué? ¿Etapa fructífera es que todos los países del mundo con dictaduras han ajustado las cuentas con su historia... menos España, donde todavía hay miles de personas que no se sabe donde fueron lanzadas después de ser asesinadas y donde los nietos de los que dispararon ocupan cargos claves en el Estado?

Todo el mundo tiene derecho a justificarse por haber participado en la fiesta y haber callado, pero lo encuentro demasiado descarado. Incluso para los personajes que firman. Sobre todo en un año 2020, cuando España como Estado está en quiebra porque se deshacen como un azucarillo la monarquía, la justicia, los cuerpos de seguridad, unas instituciones corruptas, los puntales de la economía y la imagen internacional.

Ya puestos a hacer manifiestos, estaría bien uno pidiendo perdón por habernos llevado donde estamos.