El ministro Zoido ha comparecido hoy en el Senado durante más de seis horas para explicar el operativo del 1-O. Y ha utilizado el mismo sistema que los organizadores del sorteo de la Champions. Allí, hasta llegar a los emparejamientos, que es lo único interesante del invento, nos obligan a tragarnos una ceremonia insoportable. En el caso del ministro del Interior, los emparejamientos eran el coste total de la operación Piolín. El resto de su intervención ha sido una ceremonia, sí, pero de desinformación ya conocida que no aporta nada.

Y el número ganador extraído por los niños de San Zodio ha sido... ¡EL 87! OCHO, SIETE. Efectivamente, 87 millones de euros, según el ministro, costó tener durante poco más de tres meses tres barcos con entre 4.500 y 6 mil policías y guardias civiles. Y realmente más que un precio esto es una ganga. La cifra es tan ridícula que te entran ganas de decir: "oiga, la doblamos a 174 millones y lo repetimos".

Va, sumemos las partidas y comprobamos que estamos hablando de bagatelas.

- 10 millones para el equipo de guionistas de humor de ficción que ha elaborado la explicación sobre lo que sucedió el 1 de octubre. Ya sabe, aquello tan divertido que dicen que la policía tuvo que defenderse con contundencia ante la agresión de gente que estaba quieta y con los brazos arriba. ¡¡¡Ja, ja, ja!!! No nos habíamos reído tanto desde los grandes momentos de Manolo Royo y Ángel Garó.

- 25 millones sirvieron para pagar la mercromina y el algodón usados para intentar cuidar las graves heridas sufridas por unos 369 mil miembros de los cuerpos de seguridad que fueron atacados de forma violenta y agresiva por pelotones de señoras que, armadas con flequillo Anna Gabriel y lazos amarillos en la solapa, estaban bajo los efectos de una ingesta masiva de Dubois. Semi seco.

- 8 millones fueron a parar a los psicólogos que trabajaron en la recuperación emocional de los miembros de los cuerpos de seguridad partidarios de Mickey Mouse que tuvieron que dormir en un barco con un Piolín gigante.

- La guía de calles de los pueblos extraños de Catalunya costó tres millones. No es fácil ir a lugares como Sant Julià de Ramis porque, ¿dónde narices está Sant Julià de Ramis? ¿Existe Sant Julià de Ramis? ¡Pero si no sale ni en Google maps!

- Muchos policías y guardias civiles, mientras estaban aquí, seguían la serie Merlí. Como tuvieron que volver a su casa, se perdieron el último capítulo. El ministerio tuvo que destinar 12 millones a la compra y reparto de miles de grabaciones ilegales del final de la serie.

- 3 millones han servido para comprar caramelos por la garganta. Los gritos de "A por ellos, ", combinados con los golpes de porra y el lanzamiento de pelotas de goma, son letales para las cuerdas vocales de sus practicantes.

- Vivir en un barco es muy romántico y bucólico, sí, pero la humedad del mar es terrible. Hicieron falta 7 millones de euros para el tratamiento del moho de las porras.

- Y, finalmente, los 19 millones de euros restantes han sido repartidos entre los que buscaron las urnas durante meses y no encontraron... ¡NI UNA! Con 19 millones, pobrecitos, quizás superen el disgustito.

Pero oiga, en todo caso, tampoco habría que dar muchas explicaciones. La unidad de España, el bien común y la ley no tienen precio. Y si tienen, pues lo pagan los ciudadanos y tema resuelto.