Doscientos ochenta y tres euros con noventa y dos céntimos. Eso es lo que dijo ayer el Gobierno que costó "aproximadamente" (sic) el famoso viaje en avión de Pedro Sánchez a Castelló del pasado 20 de julio para entrevistarse con el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y para ir a ver un concierto del Festival Internacional de Benicàssim.

Doscientos ochenta y tres euros con noventa y dos céntimos, una cifra que nosotros, también aproximadamente, no nos creíamos. Y no nos la creíamos porque es imposible. Y también sería imposible en caso de que el avión fuera a pedales. O que el presidente hubiera volado montado en un pterodáctilo. Vaya, que no.

Y se supone que ha sido esta imposibilidad material la que ha motivado que el Gobierno haya tenido que salir posteriormente a aclarar que estos 283,92 € son los gastos de protocolo generados los días previos al viaje. Y que el importe del viaje no lo dará porque es información clasificada. Total, que los 283,92 € se han convertido ya en uno de los grandes temas del 2019, cosa que indica que el año tendrá nivel. Mucho.

Por cierto, tres pequeños incisos: 1/ es curioso como la izquierda siempre tiene que acabar dando explicaciones de este tipo y, en cambio, a los de derechas nunca les cuestionan ni viajes ni vacaciones, 2/ claro que este PSOE es izquierda... ¡Si el tripartito VOX-PP-Ciudadanos dicen que es centro derecha, esto de Sánchez es el colmo del progresismo!, y 3/ ¡Abascal centro derecha! He, he, he, humor se escribe con P, P de me pinchan y no me sacan sangre. Dicho esto, retornemos a la cosa.

Alguna cosa falla cuando tú dices que eres transparente y cuando invocando eso te piden por una cifra, ofreces una de claramente ridícula y después tienes que matizarla explicando que la cifra real no la puedes dar porque es secreta. Oiga, ¿entonces por qué existe la transparencia? O, mejor dicho, ¿por qué le llaman transparencia a una cosa que no lo es porque no lo puede ser? ¿Si no se puede ser transparente, por qué le llamamos transparencia?

Pasa lo mismo con la declaración de bienes y rentas de los políticos. Los hay que la hacen de verdad (pobres ilusos), pero hay unos cuantos que declaran que después de no haber bajado en su vida del coche oficial tienen una cuenta con 2.500 € y un coche del 2004. Y nadie les dice nada. Y no pasa nada. Por no hablar de la Casa Real. Cada año nos dan una cifra de presupuesto que no es creíble. Y ha sido sólo a base de gente preguntando una vez tras otra que ha acabado saliendo alguien a decirnos que no, que el presupuesto total es imposible de saber porque aparte del oficial hay unas cuantas partidas repartidas entre varios organismos del estado. ¿Cuáles? No se sabe. ¿Por qué? Porque es información clasificada. Y así volvemos al inicio.

¿Es necesaria esta farsa? ¿No sería más fácil dejar de hacer ver que existe la transparencia? Y nos ahorraríamos la broma de los (aproximadamente) doscientos ochenta y tres euros con noventa y dos céntimos que no se cree nadie.