Situémonos. Autopista R4. Une Madrid y Ocaña. Ofrece cuatro momentos conceptuales insuperables: 1/ es una de las autopistas de peaje en quiebra del área de Madrid y 2/ como se puede ver en la foto adjunta, separa la famosa urbanización del Pocero en Seseña y el almacén ilegal de neumáticos mayor de España y, posiblemente, de Europa.
O sea, en un espacio reducido tenemos una obra inútil, el ejemplo más mediático de la especulación, el amor por el medio ambiente existente en España y la pasión por asumir responsabilidades políticas.
Vale la pena mirárselo. Ah, por cierto, por si le hace falta alguna aclaración, la cosa negra de la izquierda son las ruedas que queman desde la madrugada del viernes.
La gran pregunta es, ¿cómo es posible que un pequeño vertedero de ruedas autorizado el año 2000, haya acabado convertido en 100 mil toneladas de residuos tóxicos ocupando una extensión de 12 campos de fútbol y 7 pisos de altura? Pero hay más preguntas:
¿Cómo puede ser que 10 años de quejas no hayan conseguido solucionar el problema?
¿Cómo puede ser que el propietario de la finca haya recibido 600 mil euros en multas no pagadas porque oficialmente está en paradero desconocido?
¿Cómo puede ser que el 27% del terreno de un vertedero ilegal situado en Castilla la Mancha crezca, por arte de magia, dentro de la vecina Comunidad de Madrid y no pase nada?
¿Cómo puede ser que, tal como informan Joaquín Manso, María Valero y Rafael J. Álvarez en El Mundo, el Ayuntamiento de Seseña (PP) otorgara a dedo el año 2012 la limpieza del vertedero a una empresa senegalesa sin trabajadores, ni sede, ni actividad previa en España y sin ninguna experiencia en gestión de residuos?
¿Cómo puede ser que el propio Ayuntamiento reconozca que “de las más de 100 empresas” que se les ofrecieron para limpiar el vertedero, escogieran precisamente a ésta porque su responsable (posteriormente encarcelado por haber creado un entramado fantasma dedicado a blanquear dinero obtenido en el negocio de los politonos telefónicos) se presentó como miembro del gobierno del Senegal? ¿En Seseña no se confirman las identidades de la gente?
¿Cómo puede ser que la oposición municipal denunciara la ilegalidad de firmar el convenio sin publicidad ni libre concurrencia a cambio de 60 mil euros y no pasara nada?
¿Como puede ser que, una vez instalada en el vertedero, la empresa no manifestara actividad ni presentara ningún estado de cuentas en el registro español durante 7 meses y el Ayuntamiento no pidiera explicaciones?
¿Cómo puede ser que pasados los 7 meses se revocara el contrato, se firmara otro con una empresa de València y el mediador fuera el socio español del señor senegalés ya mencionado?
¿Cómo puede ser que esta nueva empresa empezara a hacer su trabajo el año 2013, pero tuviera que pararlo después de que el PSOE de Seseña denunciara que los trabajos se hacían sin licencia municipal de actividad ni proyecto de seguridad?
¿Cómo puede ser que, posteriormente, Izquierda Unida denunciara que esta segunda empresa tampoco tenía actividad real y que oficialmente se dedicaba “al comercio al detalle de productos alimenticios bebidas y tabaco en establecimientos especializados” y no pasara nada?
¿Como puede ser que, aun así, la empresa siguiera haciendo el trabajo de limpieza y que en dos años sólo consiguiera retirar 7 mil de las 70 mil toneladas de neumáticos comprometidas y nadie le pidiera responsabilidades?
¿Como puede ser que el pasado 11 de febrero se acabara rescindiendo el contrato, y tres meses y dos días después se declarara un incendio intencionado? Un incendio sucedido, por cierto, cuatro días después de un principio de acuerdo entre el gobierno de Castilla la Mancha (PSOE), la Comunidad de Madrid (PP) y el Ministerio de Agricultura (PP en funciones) para firmar un nuevo contrato con otra empresa (esta sí especializada) por valor de 5 millones y medio euros...
Y finalmente, ¿cómo puede ser que en medio de esta confusión aparezca José María Barreda (PSOE), ex presidente socialista de Castilla la Mancha, y diga que durante su mandato, “prohibió y clausuró” el vertedero y que, en cambio, su sucesora, María Dolores de Cospedal (PP), no hizo nada? ¿Y cómo puede ser que la respuesta de Cospedal sea afirmar que el vertedero fue “uno de los regalos” que heredó de Barreda y de José Bono?
¿Cómo puede ser que esta confusión se afronte con un "y tu más” y no pase nada? ¿Cómo puede ser que teniendo responsabilidades los dos partidos, se pasen la pelota con aquella alegría y no pase nada?
Y, como puede ser, que aquí nunca pase nada ni nadie vaya a prisión por irresponsable, por inútil, por vago, por poco diligente, o por las cuatro cosas?