En el artículo precedente, mencioné que la identidad de una colectividad tiene como base y como hilo conductor, hoy en día, la cohesión social. Y me referí, en concreto, a dos aspectos que, a mi entender, la definen: el equilibrio territorial y la equidad. En el artículo de hoy me referiré a otros aspectos que también me parecen relacionados con la construcción de esta cohesión social, base de la identidad. En este artículo, querría referirme a otros aspectos que pueden ayudar a la cohesión social, y centraré la atención, en primer lugar, en el tema de las migraciones y, en concreto, en las inmigraciones más recientes.
Sobre el tema de la inmigración, encuentro que los debates todavía son muy superficiales, muy de western de buenos y malos, basados en a prioris y posicionamientos muy polarizados, y con una carrera frenética (y sin frenos) para dar soluciones fáciles a un tema que es intrínsecamente complejo. La movilidad humana es una palanca de transformación demográfica, productiva, educativa, social y cultural. Es un fenómeno ancestral (se quiera o no entender) que desafía y enriquece a la vez a una colectividad concreta, en este caso, a la catalana.
En el contexto actual de flujos migratorios constantes y casi estructurales, quiero señalar la idea de la Fundació Privada Horitzons 2050 —con sede en las Terres de Lleida, pero con vocación nacional— de organizar una especie de laboratorio de ideas, que concretará su primera actividad en un seminario que lleva por título “Arribades i arrels”, y que tendrá lugar en Tàrrega el próximo 8 de noviembre. Haber elegido esta idea no es fruto del azar, porque resulta que soy el presidente de esta fundación, pero es famosa la frase de que si quieres ser bien servido, sírvete a ti mismo, y me ha parecido que esta idea valía la pena ser compartida. Ya me disculparán que me sirva a mí mismo en directo…
Lo que necesitamos, y este es el objeto de este primer laboratorio de ideas, es crear un espacio de reflexión colectiva donde compartir conocimientos, herramientas y estrategias para gestionar la diversidad con visión, ambición y compromiso de país. Y crearlo mediante un espacio transversal y pluridisciplinar sobre el fenómeno migratorio en Catalunya, para convertirlo en motor de progreso nacional.
"Arribades i arrels" pretende ser inicio y base de un debate sereno, continuo y, si es necesario, arriesgado, sobre las sucesivas llegadas y el mantenimiento de las raíces que son el fundamento de nuestra identidad
¿Qué nos interesa debatir y qué necesitamos saber para abordar la inmigración como un hecho estructural? Pues nos interesa saber qué oleadas migratorias han dejado huella y por qué; cuáles son los patrones (laborales, residenciales y culturales) que se repiten en oleadas diferentes; cómo se han relacionado la voluntad de pertenencia de los inmigrantes y el reconocimiento de su identidad por parte de la comunidad receptora; qué hemos aprendido de los procesos de llegada exitosos y de los conflictos que podríamos haber evitado; qué sectores han actuado históricamente como puerta de entrada al mercado laboral y cómo esto ha ido evolucionando; qué ascensores sociales siguen funcionando a día de hoy; cómo han articulado las escuelas y los barrios la acogida lingüística y cultural en distintas épocas; cómo explicamos la historia migratoria; etc.
Para obtener buenas respuestas siempre hay que formular las preguntas adecuadas, y a veces es incluso más importante formular las preguntas que corresponden y cuando corresponden. Me parece que estas cuestiones que acabo de enumerar son las centrales de este debate, un debate que no se agotará, ni de lejos, en este seminario, pero que pretende ser inicio y base de un debate sereno, continuo y, si es necesario, arriesgado, sobre las sucesivas llegadas y el mantenimiento de las raíces que son el fundamento de nuestra identidad.
Unas preguntas que deben ir acompañadas de diagnósticos ciertos y basados en la realidad que nos rodea. Por lo tanto, es necesario que documentemos la relación de la inmigración con el mercado de trabajo y la productividad; en el hecho de que tenemos la lengua y la historia como bases comunes; la acogida lingüística; las herramientas de que disponen los ayuntamientos para componer la convivencia (vivienda, empadronamiento, calle, cultura, deporte, vivir juntos); los modelos de coordinación de distintos servicios (servicios sociales, enseñanza, sanidad, entidades, tejido social) para dar respuesta a los retos; la emergencia de alojamiento y el sobrecoste de los alquileres; cómo desmontar mitos con datos y relatos; la construcción de una agenda positiva; cómo evitar las espirales de desinformación y de odio, de agresividad y de menosprecios, en todos los casos potencialmente recíprocos; cómo arbitrar garantías y límites; el caso de las futuras migraciones climáticas; cómo hacer posible el arraigo en ciudades medianas y pueblos; la soledad no querida de los inmigrantes y el peligro de las mafias; liderazgos diversos y canales de participación.
Como veis, mucha sustancia, muchas ganas, trabajo serio, y voluntad de contribuir desde el sosiego y el trabajo a un tema que no nos acabaremos, pero donde nos jugamos el futuro de la cohesión social y de nuestra identidad. Primeras pruebas en Tàrrega, con la convicción de que las preguntas son las correctas.