Todo empezó el lunes 11 de enero. El gurú de Wall Street, Carl Icahn, advirtió: "En mi época, he visto muchos repuntes con muchas acciones con precios al alza, pero al final chocan contra un muro y entran en una corrección importante y dolorosa". Y añadió: "Nadie puede predecir cuándo ocurrirá, pero cuando esto suceda, miren para abajo". Ese mismo día, el estratega de Morgan Stanley, Mike Wilson, avisó de que el mercado estaba "listo para una caída". 

Pero no sólo aparecieron nubes negras en el mercado bursátil. El órgano financiero regulador (FCA) del Reino Unido puso sobre aviso del peligro de invertir en criptodivisas,  instando a los inversores a prepararse para "perder todo su dinero" ante el "alto riesgo" que conllevan estas operaciones a causa, entre otras, pero principalmente, por "la volatilidad".

Estas llamadas de atención fueron sobrevoladas por la confianza en que los bancos centrales se encargarían de evitar baches en el recorrido hacia la normalidad postcoronavirus a través de compras de bonos y acciones, alimentando así una "burbuja épica" que ha aupado al bitcoin por encima de los 40.000 dólares antes de caer el lunes hasta los 31.000 dólares.

La economía americana eliminó 140.000 empleos en diciembre, la primera caída desde la epidemia que azotó al país en la primavera pasada

Y en esas, el prestigioso Boston Globe recordaba un discurso de 1838 de Abraham Lincoln sobre la ley de las turbas. El histórico presidente, agregaba el diario, no sólo habla de la vida estadounidense en la caída de 1830. Y anota el editorial bostoniano: "Sé que no ayudan cuando las voces influyentes de los medios condenan sólo un lado del espectro político. El violento asalto del Capitolio provocó una condena sin vacilación en todos los ámbitos. Pero el violento asalto a negocios, juzgados, vecindarios y puestos de policía de todo el país el año pasado no lo hizo". 

De ese modo, la tensión en las calles de EE.UU. se mantiene alta. El FBI ha advertido de que existen protestas avanzadas en los 50 estados al menos hasta la toma de posesión de Biden el 20 de enero. Por esa razón, el Pentágono prevé desplegar hasta 25.000 soldados de la Guardia Nacional para proteger la investidura del nuevo presidente.

En ese clima enrarecido, la economía americana eliminó 140.000 empleos en diciembre, la primera caída desde la epidemia que azotó al país en la primavera pasada.

Pero continuó la ronda. El miércoles, el impeachment de Trump fue aprobado por un solo cargo y, como zanahoria, fue acompañado de un paquete de alivio de dos billones de dólares preparado por el equipo económico de Biden. Pero el juicio del impeachment puede ser lento y alargarse al impedir el líder del Senado McConnell una sesión de urgencia que pudiera adelantarlo antes del 20 de enero.

Por si faltara algo, en Europa la tercera ola de la Covid arrecia con fuerza. Alemania ha superado esta semana por primera vez los 12.000 muertos en un solo día.

Como dice la gente del teatro, "en 2021 sólo nos falta un volcán, un ovni o un terremoto", y ahí los bancos centrales y Nancy Pelosi lo tienen complicado.