“El que avisa no es traidor”

Refranero popular español

Les dije hace un mes que la sentencia del juicio del procés se haría pública antes de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronunciara sobre la cuestión prejudicial atañente a la inmunidad de Oriol Junqueras. Lo dije en “Nada suele ser casual” y fue un aviso. Podríamos haber tenido que esperar hasta el otoño para saber si mi análisis era bueno o no, pero esta misma semana el Tribunal Supremo se ha encargado de que sepamos que lo era, aunque, obviamente, no era ese su objetivo principal.

La primera noticia vino del Tribunal de Luxemburgo. Fijaban fecha para la vista de esa cuestión prejudicial el 14 de octubre. Supimos así que la petición del Tribunal Supremo español de que se utilizara, a pesar de que no era el previsto, el procedimiento acelerado del artículo 105 se había materializado. Vaya. Ya les dije en su día que esto no tiene ninguna relación. Que nada debe tener que ver que el tribunal español pida una excepción en el procedimiento, justo después de haber comido con el presidente del tribunal luxemburgués, y que ésta le sea concedida. No sean mal pensados. Todo estaba bien argumentado en el auto de cuestión prejudicial, me refiero a por qué había que aplicar una celeridad que no era la prevista pero convenía hacerlo por analogía. Bien, lo hecho, hecho está. La celeridad ha sido concedida.

Una vez sabida que la vista se celebrará el 14 de octubre, estaba cantado, relean mi columna, que la sentencia que condenará a los políticos catalanes se hará pública antes de esa fecha. No obstante, en el Tribunal Supremo no tienen por qué leerme ―aunque lo hagan― y tampoco tienen la seguridad de que los que tienen que saberlo me sigan con asiduidad. Así que han tenido que reenviar el mensaje. No crean que es casual, nada es casual, que un periodista de un diario nacional, que lleva haciendo esta información décadas, haya recibido el soplo de sus fuentes de que eso será así ni tampoco que lo haya publicado justo ahora. Alguien quería asegurarse de que los que tienen que saberlo, es decir todos los líderes políticos, tuvieran claro que el plazo para formar gobierno antes de que la sentencia sea pública es exiguo y que, desde luego, caduca a principios de octubre. El que avisa, avisa.

lguien quería asegurarse que todos los líderes políticos tuvieran claro que el plazo para formar gobierno antes de que la sentencia sea pública es exiguo y que, desde luego, caduca a principios de octubre

Nunca tuvieron la intención de esperar la respuesta del TJUE para dictar sentencia. Más bien lo contrario. De hecho se aseguraron de que esta consulta se realizara dentro del marco de la pieza separada de situación personal de Junqueras y es esa la que está paralizada, no el procedimiento principal. Cuando la decisión del TJUE llegue, e incluso cuando se produzca la vista, ya sabremos que Oriol Junqueras ha sido condenado y, por tanto, su pieza de situación personal no tendrá importancia porque será un hombre condenado por sentencia firme y no un preso preventivo. Esa espinosa cuestión de los presos preventivos es la que provoca también la prisa para tener sentencia antes del 16 de octubre. Ese día habría que decidir si se prorroga la prisión provisional de los Jordis. No habrá lugar porque ese día sabrán ya cuál es su pena en firme.

Toda esta información provenía del mero análisis de los datos obrantes en nuestro poder pero ahora sabemos que es cierto y que, además, el Tribunal Supremo quiere que se sepa que es cierto, puesto que ha filtrado, para que se publique y se sepa citando fuentes del propio TS, que habrá sentencia antes del día 14 de octubre y eso a pesar, según han expresado esas fuentes, de la complejidad y dificultad de la sentencia.

Querido presidente del Gobierno en funciones, queridos Pablo o Albert, incluso querido Casado, no se sabe para quién en concreto es el mensaje si no lo es para todos. El Tribunal Supremo dice que el tic-tac deja poco margen porque puede producirse el estallido y haber un gobierno en funciones o, incluso, ¿un gobierno que no sea el conveniente? En todo caso, un gobierno que puede parecerles poco fuerte para hacer frente a las consecuencias de la publicación de la sentencia.

El abogado de Oriol Junqueras, el que tiene que defender la cuestión en Luxemburgo el día 14, ha manifestado que tener una sentencia firme (lo que equivale a una condena firme, háganme caso) antes de esa fecha sería un fraude de ley. Puede que acaso algún día pensara ―cuando le aceptaron inopinadamente presentar una cuestión prejudicial, algo en lo que no confió nunca― que las cartas estaban sobre la mesa de una vez por todas. Y era cierto, lo han estado siempre.

El tribunal va a dictar sentencia y va a ofrecer un pack cerrado excepto para declarados en rebeldía. Esa cuestión se les escapa. El TJUE tendrá que responder a otra cuestión presentada en otro momento. Esa historia quieren cerrarla más tarde pero no es la decisiva. La decisiva es tener una sentencia firme y blindada para Europa y a ser posible un gobierno que pueda tomar decisiones que incluyen pactar un nuevo CGPJ. Y un presidente para el mismo. El que avisa...