Todos estamos expectantes a las noticias que vengan de Alemania respecto a la extradición del president Carles Puigdemont. 

Por el momento, ya sabemos que la mayoría de los alemanes rechaza la extradición. No es cuestión menor, puesto que la opinión pública juega un fundamental papel en todo este conflicto: España, por su parte, hace tiempo que puso en marcha la maquinaria de los medios de información, llegando incluso a felicitar públicamente por parte de la jefa de prensa del presidente del Gobierno por su colaboración con el Gobierno. Esto supone, como ya hemos dicho muchas veces que, de manera alineada, se crea de forma intencionada una opinión pública basada en hechos dudosos, no contrastados, o a veces incluso, directamente falseados (como cuando Antena3 en sus noticias ha presentado imágenes de altercados violentos ocurridos en otros países, y presentándolos como si fueran de las manifestaciones catalanas de estos días).

Pero ¿qué es lo que sabemos al respecto de la situación de Puigdemont en Alemania y de la internacionalización del proceso soberanista catalán? 

Medios internacionales de reconocido prestigio se han posicionado también en contra de la situación de los presos políticos y esto es algo que está enfadando mucho a algunos políticos y escritores españoles

El president fue detenido la mañana del domingo cuando llegaba a suelo alemán, en su propio vehículo, desde Finlandia (dicho sea de paso que su abogado ve irregularidades en la detención realizada). La detención no ha sido solamente del president, sino que también, con posterioridad, se han puesto a disposición judicial a las personas que le acompañaban, acusándoles de encubrir a Puigdemont. Fueron detenidos y puestos en libertad.

La detención se produce porque previamente se había reactivado la euroorden contra él, y se dirigía a su residencia actual, en Bélgica, tras haber participado en una serie de conferencias en Finlandia. En Alemania fue puesto a disposición judicial y la jueza de primera instancia dijo en su auto que la extradición solicitada podría ser improcedente, por lo que podría ser denegada. Pero esta jueza no tiene la competencia para decidir al respecto, sino que su función se limita a identificar a Puigdemont y tomarle declaración, asegurando que no se ha hecho una detención incorrecta (a una persona equivocada). 

Quien debe posicionarse al respecto es el Tribunal Superior de Justicia de Schleswig-Holstein, y en última instancia, deberá autorizarse por la fiscalía. Está previsto que no tengamos noticias hasta, como mínimo, la semana próxima, aunque este proceso podría durar incluso dos meses. Mientras tanto, se encuentra en “custodia continuada” en la prisión de Neumünster, con autorización para utilizar comunicación haciendo uso de nuevas tecnologías. 

Durante estos días se han producido no pocas noticias en el ámbito internacional: el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha admitido a trámite la demanda presentada por Puigdemont contra la vulneración de sus derechos políticos en España. Esto ha ocurrido justo después de que este mismo órgano expusiera que el gobierno español tiene que respetar los derechos políticos de Jordi Sánchez (resolución que JxCat ha llevado ante el Tribunal Constitucional). 

Por su parte, 55 diputados flamencos han pedido por escrito a Rajoy la retirada de los cargos a todos los encausados por el referéndum del 1 de octubre. El diario francés Le Monde ha publicado un manifiesto por la liberación de los presos políticos catalanes. Y en Escocia, el ministro de Justicia, así como miembros laboristas del Parlamento, se han pronunciado públicamente respecto a su preocupación por los presos políticos, así como rechazando la extradición solicitada por España. En el Parlamento portugués se debate sobre los presos políticos catalanes.

Manipular a un pueblo para justificar la represión contra quienes de manera democrática y pacífica están intentando hacer política.

Respecto a las órdenes de extradición de los demás exiliados, también han llegado las noticias: Clara Ponsatí se queda en Escocia, y así lo ha celebrado The National. Para costear su defensa jurídica se realizó una campaña de aportaciones voluntarias que, en un sólo día consiguió 200.000 libras. En este mismo sentido, Puigdemont y los consellers han abierto una web para poder recaudar fondos con la misma finalidad. La fiscalía belga esta semana ha decidido mantener en libertad a Serret, Comín y Puig.

Así que, a modo de resumen, hasta ahora, ya tenemos algunos posicionamientos internacionales (para que lo sepan aquellos que tratan de ridiculizar a los soberanistas diciéndoles que están solos): el gobierno de Escocia y su justicia rechazan la extradición de Ponsatí y denuncian la situación de los presos políticos; en Bélgica, el rechazo se mantiene, como en Suiza, donde ya avisaron cuando estuvo el president dando conferencias allí hace unos días. Medios internacionales de reconocido prestigio se han posicionado también en contra de la situación de los presos políticos y esto es algo que está enfadando mucho a algunos políticos y escritores españoles.

¿Qué pasará a partir de ahora? Como dice mi colega Iu Forn es difícil hacer un anticipo porque, viendo lo visto, todo puede suceder. Mi amigo plantea 3 opciones, y en todas ellas los resultados son tremendos. 

Tremendo sería que Alemania rechace la extradición y Puigdemont regrese tranquilamente a su residencia en Bélgica. Esto supondría un buen palo para España, para su justicia pero también para sus medios de desinformación y para sus jueces. Plantearíamos los siguientes escenarios con un president muchísimo más reforzado y los apoyos internacionales seguirían viniendo en cascada. Sería un tremendo apoyo para quienes defendemos la democracia y denunciamos la cantidad de irregularidades que están viviéndose en España. Sin duda, sería una alegría. Sería tremendo, de mal para Rajoy y de bien para todos los demás. 

Se está destrozando la libertad de opinión, la libertad de expresión

Tremendo sería que la extradición se produjera únicamente por el presunto delito de malversación (cosa que Llarena se ha debido plantear y por eso ha presentado otra petición de extradición solamente por esta cuestión, no vaya a ser que le tumben todo). En este sentido, a mi me gustaría hacerle llegar al juez que deba decidir este video donde Mariano Rajoy confirma en sede parlamentaria que NO se ha destinado un sólo euro del Fondo de Financiación de Liquidez Autonómica para celebrar el 1 de octubre. Y que, de paso, le pongan también las declaraciones que el Ministro de Hacienda hizo explicando lo mismo, pero de una manera más rotunda: pues como las cuentas de la Generalitat habían sido intervenidas con anterioridad al 1 de octubre, él mismo tuvo que explicar que no se había destinado un sólo euro para realizar el referéndum. Por favor, que alguien se lo enseñe a los alemanes. 

Seguramente si vieran esto, la opción por corrupción y malversación de dinero público tampoco sería aceptada. 

La peor opción que plantea Iu Forn es la de que todo salga fatal, rematadamente mal y que los alemanes vean la violencia que no existió, la corrupción de la que tampoco hay pruebas, y decidan extraditar a Puigdemont y que sea juzgado en España por todo lo que se empeñan en acusarle. Sería tremendo. No sólo para el president, sino para todos los que consideramos que no puede suceder todo lo que está ocurriendo. Porque aquí no se habla ya de independencia, ni siquiera del referéndum. Se habla de cómo un Estado puede perseguir y tratar de reprimir por todos los medios habidos y por haber a quienes no piensan como ellos consideran que se debe pensar. 

Se está destrozando la libertad de opinión, la libertad de expresión. Escuchamos y vemos a verdaderos fascistas campando a sus anchas y no pasa nada, mientras personas inocentes están en prisión o en el exilio pidiendo ayuda y tratando de hacer saber en la situación en la que nos encontramos en España: porque aquí, además de robarnos cada año 90.000 millones de euros en corrupción, nos han dejado sin sanidad, sin educación, sin trabajo y sin ayudas, añadiendo la desinformación a la que estamos sometidos. Manipular a un pueblo para justificar la represión contra quienes de manera democrática y pacífica están intentando hacer política. 

Necesitamos ayuda y, sinceramente, espero que pronto tengamos buenas respuestas. No solamente para Puigdemont, sino para todos los demócratas. Y para eso, la respuesta que nos dé Alemania será fundamental.