Argentina respira: sólo depende de la inspiración de Leo Messi. Nigeria ha derrotado a Islandia gracias a dos goles de Ahmed Musa (2-0) y los de Sampaoli, que todavía no han ganado en el Mundial de Rusia, dependen de ellos mismos para conseguir el billete para la próxima fase de la Copa del Mundo. Sólo una goleada de Islandia a Croacia evitaría que un triunfo por la mínima de Argentina contra Nigeria no significara el pase albiceleste a los octavos de final.
Messi, más nigeriano que nunca
Este viernes, Nigeria se ha despertado con 44 millones de habitantes más. La trágica derrota de Argentina contra Croacia dejó muy tocado al equipo de Leo Messi y todo el país sudamericano estaba pendiente de lo que pasaba en Volgogrado. Una victoria de Islandia dejaba a la albiceleste prácticamente fuera del Mundial y un empate no permitía a los argentinos depender de ellos mismos en la última jornada. La victoria nigeriana era la mejor opción para evitar que, contra todo pronóstico, los de Sampaoli hicieran las maletas a las primeras de cambio. La camiseta blanca y verde de los africanos había ganado, por un día, el color azul cielo.
El incierto futuro de Argentina ha puesto emoción a un partido que, por lo que ha pasado sobre el terreno de juego, ha sido de los más flojos que se ha disputado en Rusia hasta el momento. Sobre todo en la primera mitad. Imprecisiones frecuentes, poco nivel futbolístico y, en consecuencia, un fútbol muy poco vistoso. La falta de acierto en los metros finales ha impedido que el juego directo de uno y otro equipo se tradujera en ocasiones. Uzoho y Halldórson, único portero islandés que puede presumir de haber parado un penalti a Messi, no han tenido demasiado trabajo.
Nigeria había pasado del éxito comercial con su camiseta a un completo desengaño sobre el césped. El conjunto entrenado por Gernot Rohr ha añadido, a la inoperancia ofensiva que demostró contra Croacia en su debut, el hecho de convertirse en el primer combinado nacional que no ha hecho ningún disparo durante una primera mitad en este Mundial. La esperanza de Islandia, al menos, se había traducido en alguna llegada antes de enfilar el camino hacia los vestuarios. Los africanos no podían decir ni que habían hecho cosquillas a una selección que, sobre el papel, era inferior a ellos.
Una gacela denominada Musa
Pero, en el fútbol, una simple jugada puede servir para maquillar un resultado y, al mismo tiempo, un marcador puede arreglar cualquier despropósito. Sin merecerlo, sólo empezar la reanudación Nigeria ha conseguido adelantarse gracias a un contraataque letal. Iheanacho, delantero referencia, lo ha empezado, Moses ha hecho uso de su velocidad para realizar una vertiginosa conducción y Musa no ha desperdiciado su centro. El futbolista del CSKA de Moscú ha hecho un control exquisito y ha fusilado la portería islandesa. Islandia había retado a Nigeria a un intercambio de golpes y ha salido claramente perjudicada.
Y no sólo por el gol en sí mismo. Y es que el tanto ha espoleado a unos y ha deprimido a los otros de tal forma que el guion del partido ha cambiado completamente. En la segunda mitad Halldórson ha tenido que participar mucho más que durante la primera. Más por necesidad que por alguna otra cosa, Islandia ha seguido teniendo la iniciativa, pero Nigeria se ha defendido muy bien y ha vivido muy cómodo jugando al contraataque.
Los vikingos han sufrido muchos problemas de creación y no han encontrado respuesta a la velocidad de su rival. Con el partido completamente roto, Musa ha vuelto a ver portería después de una jugada individual de cine y Sigurdsson ha fallado un penalti señalado por el VAR. Como es habitual, la eficacia ha acabado determinando un partido igualado. Argentina respira: sólo depende de la inspiración de Leo Messi para clasificarse para los octavos del Mundial. La estrella del Barça tendrá la posibilidad de olvidar la pesadilla en que se ha convertido, para él y para sus compañeros, el inicio de la Copa del Mundo.