El Volkswagen Golf nunca ha dejado de evolucionar, pero con sus nuevas versiones 4Motion, la firma alemana ha decidido dar un paso más allá y llevar su icónico compacto a una dimensión superior. Ahora, el Golf suma a su gama la tracción total, una mejora que no solo refuerza su comportamiento dinámico, sino que también lo convierte en una opción mucho más completa para quienes buscan algo más que un coche práctico del día a día.
Disponible tanto con la carrocería de cinco puertas como en formato familiar Variant, esta nueva configuración llega asociada al acabado R-Line, lo que significa una estética más agresiva y un interior cargado de detalles deportivos. Pero lo más interesante no está solo en el diseño, sino en lo que no se ve: la tracción total 4Motion, una tecnología que mejora notablemente el agarre y la estabilidad en cualquier circunstancia, ya sea en una carretera de montaña o bajo la lluvia.
Más carácter y más tecnología para seguir siendo un Golf
El equipamiento que ofrecen estas versiones es tan amplio como completo. Faros LED Plus, llantas de aleación de 17 pulgadas, climatizador automático de tres zonas y un sistema multimedia con pantalla de casi 13 pulgadas son solo algunos de los elementos de serie. A eso se suman un cuadro de instrumentos digital de alta resolución, asientos deportivos con diseño exclusivo R-Line y una batería de asistentes a la conducción que hacen del Golf un coche más seguro, cómodo y fácil de conducir.
En esencia, estas nuevas versiones 4Motion del Golf no buscan romper con lo que ya funcionaba, sino añadir valor donde más se nota. Con más de 200 CV bajo el capó y una tracción que transmite confianza en cada curva, este Golf se convierte en un compacto que ya no se conforma con ser equilibrado: ahora también es más ambicioso.
Con estas novedades, Volkswagen no solo refuerza la oferta del Golf, sino que también demuestra que todavía hay margen para seguir puliendo una fórmula que, después de décadas, sigue siendo referencia.