El Jeep Avenger 4xe se desmarca como una propuesta casi única dentro del segmento B-SUV, al ofrecer una estética refinada y contemporánea que no remite a los clásicos todoterreno, pero sin renunciar a unas capacidades offroad reales. Este modelo demuestra que no hace falta una carrocería voluminosa ni una imagen ruda para contar con un verdadero potencial fuera del asfalto, manteniendo al mismo tiempo un diseño atractivo y perfectamente integrado en entornos urbanos.

Con una longitud contenida de poco más de cuatro metros, el Avenger 4xe conserva la agilidad necesaria para el día a día, pero va un paso más allá en materia de tracción y comportamiento en terrenos complicados. El sistema híbrido combina un motor tricilíndrico de 1.2 litros turboalimentado con dos unidades eléctricas —una en cada eje— que aportan tracción total y una respuesta inmediata en situaciones de baja adherencia. Este esquema no solo garantiza buena motricidad, sino que también permite circular a baja velocidad en modo eléctrico, algo especialmente útil en recorridos offroad técnicos.

 

La arquitectura del vehículo ha sido adaptada para enfrentarse con solvencia a superficies irregulares. Cuenta con una distancia libre al suelo de 210 mm, protecciones específicas en los bajos y una suspensión trasera multibrazo que mejora la articulación de las ruedas en terrenos accidentados. A esto se suman unos ángulos de ataque y salida optimizados para sortear obstáculos y pendientes pronunciadas, reforzando su condición de vehículo preparado para el campo.

Estética urbana, capacidades reales

Lo destacable en este caso es que el Avenger 4xe no busca imitar a los grandes todoterreno icónicos como el Toyota Land Cruiser o el Mercedes GLC, sino reinterpretar el concepto desde una perspectiva más funcional y contemporánea. A nivel de diseño, mantiene líneas limpias, proporciones equilibradas y detalles como llantas específicas, barras de techo o paragolpes reforzados que insinúan su carácter sin renunciar a la elegancia.

 

El sistema de tracción inteligente adapta automáticamente el reparto de par entre ambos ejes según las condiciones del terreno. En situaciones normales prioriza la eficiencia, pero activa el eje trasero de forma inmediata si detecta pérdida de adherencia. Además, ofrece distintos modos de conducción que modifican la respuesta del motor, el cambio y el control de tracción según el tipo de superficie: barro, nieve, arena o pendientes pronunciadas, incluyendo también control de descenso.

Así, el Jeep Avenger 4xe ofrece una alternativa diferente a los todoterreno tradicionales. Aunque a primera vista no lo parezca, es un modelo con auténticas credenciales para salir del asfalto, pero con una imagen más cuidada, un tamaño compacto ideal para ciudad y una mecánica híbrida que combina eficiencia y rendimiento. Una propuesta singular que une lo mejor de dos mundos: funcionalidad urbana y espíritu aventurero.