No es que sea precisamente es ningún secreto que la inmensa mayoría de fabricantes con peso en el segmento los utilitarios están tomando una serie de decisiones muy relevantes de cara este tipo de modelos.
Y es que, pese a que aún no se ha hecho efectiva, la restricciones que van a implicar la llegada de la nueva normativa de emisiones en Europa, la Euro 7, va a provocar que sean muchos los fabricantes los que dejen de contar con los utilitarios tal y como los conocemos hasta ahora.
Es más, es de sobra conocido que algunos fabricantes ya han tomado una decisión en este sentido, como Kia, que ya anunciado que su actual Rio va a salir de las carreteras europeas a finales de este 2023. En el caso de Skoda, el modelo que está en el punto de mira no es otro que el Fabia, uno de los utilitarios con mejor relación calidad precio del mercado pero que no tiene un futuro precisamente muy definido por delante.
El futuro del Skoda Fabia no está asegurado
El problema en este sentido no es menor, entre otras cosas porque los fabricantes saben muy bien que, teniendo en cuenta que los batidos de versiones van a ser mucho más restrictivas, tan solo tienen dos opciones. Por un lado eliminar los utilitarios con configuraciones como las actuales y, por otro, o bien adaptarlos a las nuevas normativas con importantes cambios en sus mecánicas o bien ir directamente por modelos eléctricos.
El problema en los dos casos es que, teniendo en cuenta la inversión que se debe realizar para modificar estas mecánicas o directamente para ir a por opciones eléctricas, acabará provocando que los precios de los utilitarios, que siempre han sido modelos con precios muy bajos para presupuestos ajustados, se acaben elevando hasta el punto que dejan estos modelos casi sin cuota de mercado.
Eso es lo que le va a pasar seguramente al Volkswagen Polo, un modelo ya de por sí más alto que sus rivales directos que, si ve como su precio se incrementa casi 5000 €, que es lo que calcular en muchos fabricantes quizás lo que les costaría adaptar estos nuevos modelos, estaría en una posición muy delicada.
En el caso del Fabia, siendo como es un modelo ya más barato que el polo y que incluso puede reducir su gama para contar con motores menos potentes, tiene un pequeño margen para salvarse, aunque no es enorme. Veremos qué decisión toman el Skoda, pero no sería de extrañar que el Fabia, uno de sus modelos más icónicos, desaparecerá de las carreteras europeas dentro de no muchos años.