Opel ha decidido dar un golpe sobre la mesa con su nuevo Mokka GSE. La marca alemana quiere demostrar que la movilidad eléctrica no está reñida con la emoción al volante. Este SUV compacto se convierte en el modelo más rápido de la gama, con un planteamiento deportivo que toma inspiración directa de los vehículos de rally. Un proyecto que combina rendimiento, diseño y tecnología en un formato pensado para la carretera de todos los días.
El nuevo Mokka GSE no se anda con rodeos. Bajo el capó esconde un motor eléctrico de última generación desarrollado por Stellantis. La potencia asciende a 280 CV, enviados al eje delantero. Para aprovechar al máximo esa fuerza, el SUV estrena un diferencial Torsen, clave para garantizar estabilidad y tracción en cualquier circunstancia.

Es el Opel Mokka más rápido de la gama
Un bloque que, por cierto, veremos en otros modelos de Stellantis. Por ejemplo, en el nuevo Peugeot E-208 GTi. Y las cifras hablan por sí solas. El modelo acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 200 km/h. Todo ello con una batería de 54 kWh que permite recorrer hasta 336 kilómetros con una sola carga. Un equilibrio perfecto entre rendimiento deportivo y uso diario.
El chasis ha recibido una puesta a punto profunda. Los ingenieros han instalado amortiguadores hidráulicos dobles, que aportan comodidad en ciudad y firmeza en carreteras de curvas. El objetivo es ofrecer un SUV que se comporte como un compacto deportivo, con reacciones precisas y seguras.
El diseño exterior refuerza esa identidad. El paragolpes delantero estrena una gran toma de aire acabada en negro brillante que se extiende a lo ancho. Las llantas de 20 pulgadas, combinadas con neumáticos Michelin Pilot Sport EV, elevan el nivel visual y dinámico. Las pinzas de freno amarillas, con cuatro pistones delante, ponen el broche perfecto a un conjunto que respira inspiración de rally.

Opel ha preparado este modelo para las mejores sensaciones
Por dentro, el ambiente es aún más deportivo. Los asientos GSE Performance, con reposacabezas integrados y tapicería de Alcantara, ofrecen agarre y confort. El volante achatado, los pedales metálicos y los detalles en contraste marcan el tono. A ello se suma un cuadro digital de 10 pulgadas y una pantalla táctil central cargada de funciones específicas. Desde medidores de aceleración hasta un sensor de fuerzas G, el habitáculo se convierte en un centro de control para el conductor.
El apartado tecnológico no se queda corto. El Mokka GSE equipa de serie faros Intelli-Lux Matrix, cámara trasera de 180º, asistente de mantenimiento de carril, control automático de velocidad y asientos delanteros calefactados. Además, integra carga inalámbrica para móviles y un completo sistema multimedia. Todo ello con un precio de 47.300 euros en España, donde las primeras unidades llegarán a principios de 2026.