Opel ha sido un fabricante que nunca lo ha tenido precisamente fácil en España, entre otras cosas porque, a diferencia de lo que ocurre en Alemania, su mercado natal y en el que siempre ha sido una de las marcas generalistas más vendidas aunque ha estado normalmente por detrás de Volkswagen, en España tiene muchos más rivales directos.

En este sentido, si bien es cierto que algunos de sus modelos han sido auténticas referencias en su segmento como es el caso del Corsa, que lo sigue siendo, o del Astra, ahora ha venido a menos, como marca los del rayo nunca han podido presumir de tener una cuota de mercado realmente importante.

No es casualidad entonces que, teniendo en cuenta además que es un modelo al que le queda muy poco de vida comercial, la marca de Stellantis haya decidido readaptar la configuración posible dentro de la gama de su Crossland, un modelo que comparte segmento con el Mokka pero que tiene un enfoque más familiar y práctico para el día a día en entornos urbanos interurbanos.

 

Nunca ha sido este modelo un modelo realmente exitoso en España, pero sí que cabe destacar que, para aquellos conductores que busquen una especie de SUV con esencia de pequeño monovolumen y con más habitabilidad que el Mokka, es una opción interesante.

El Opel Crossland se va despidiendo poco a poco

Esta forma, la edición del 2024 de este modelo pasa por tener tan solo tres niveles de acabado y tres opciones mecánicas, dos de gasolina de 110 y 130 caballos de potencia y una diésel de 110 caballos de potencia, siendo la de 130 caballos de potencia de gasolina la única que se puede configurar junto a una transmisión automática.

 

Con un rango de precios que va desde poco menos de 25.000 euros en la versión más sencilla y poco más de 33.000 euros en la versión más equipada de todas, no sería de extrañar que en este último año de vida comercial que le queda este modelo teniendo en cuenta que Opel ya tiene preparado su sucesor, las ventas del Crossland experimentaron una pequeña subida, entre otras cosas porque pasa por ser una opción racional siempre y cuando se tenga muy claro que no es un modelo similar al del resto de sus rivales de segmento.

Veremos si el sucesor de este modelo, que será una opción de mayor tamaño y enfocada aún más a las familias, podrá mejorar el rendimiento de ventas que ha tenido esta primera generación de un Crossland que no ha acabado de convencer en muchos países.