Con la llegada del verano, como bien saben muchos españoles, llega el momento de afrontar largos viajes en carretera y autopista con nuestro coche. Y es que, si bien es cierto que siguen siendo muchos los que optan por viajes en avión, también lo es que, entre otras cosas porque acaba siendo en la mayoría de los casos más barato, siguen siendo muchas las familias que optan por desplazarse en coche a lo largo de la geografía española.

Y es ahí donde un buen mantenimiento puede acabar evitando muchos disgustos, especialmente en verano, una época en la que, también especialmente en algunas regiones de nuestro país, las temperaturas pueden llegar a ser extremadamente altas. Por suerte, y a diferencia de lo que ocurría hace ya muchos años, hoy en día la inmensa mayoría de los coches en nuestro país cuentan con sistemas de aire acondicionado y climatización, por lo que los largos viajes en carretera no supone un problema a nivel de temperatura para los pasajeros.

El líquido refrigerante es importante para evitar averías en el motor

Sin embargo, cabe tener en cuenta también que las temperaturas altas no afectan tan solo al interior del coche, sino sobre todo a su motor. No es que sea precisamente ningún secreto que los motores de combustión tienden a alcanzar temperaturas muy altas, de ahí que existan sistemas como el líquido refrigerante, que ayuda a, una vez la temperatura es demasiado elevada, actúa para mantener al motor a una temperatura correcta.

Cabe tener en cuenta que un motor está durante mucho tiempo a una temperatura mucho más alta de lo deseado puede acabar derivando en serios problemas mecánicos que, evidentemente, acabarán derivando también en el un coste muy alto de reparación, algo que nunca es bienvenido.

Es por eso que tanto los fabricantes como los especialistas recomiendan cambiar el líquido refrigerante cada 40.000 km y, sobre todo, vigilar su estado en la revisiones cada 10.000 km si se puede. Lo más recomendable en este caso es que sea precisamente el propio mecánico de la marca el que realiza el cambio, entre otras cosas porque cada fabricante utiliza un líquido refrigerante diferente, y lo aconsejable es evidentemente utilizar el mismo que llegaba de serie con el coche.