Vivimos un ascenso imparable en los precios de la gasolina y el diésel. Los costes del combustible para el consumidor final son cada vez más altos. Acumulamos varias semanas de aumento en los precios, tal y como está pasando con otros productos como el aceite. Se están convirtiendo en artículos de lujo.

Actualmente el precio de la gasolina se sitúa por encima de 1,70 euros. Mientras que diésel asciende por encima de 1,6 euros. Son precios un 20% más caro que a principios de año en el caso de la gasolina y un 6% en el caso del gasóleo. Asimismo, en las últimas semanas la gasolina se ha encarecido un 2,45%, mientras que el diésel lo ha hecho en un 2,16%. La buena noticia es que los precios se mantienen por debajo de los del año pasado. No obstante, entonces teníamos la bonificación de los 20 céntimos por litro.

Los precios mantendrán la tendencia alcista tras la operación retorno

Las subidas más pronunciadas se han producido coincidiendo con los meses duros del verano. Es decir, julio y agosto, con picos notables en fechas señaladas como las operaciones salida u operaciones retorno. Uno de estos se ha notado en la última semana, periodo en el que se han producido más desplazamientos de regreso a casa.

Coche respotando gasolina. Pixabay
Coche respotando gasolina. Pixabay

Se espera que la tendencia alcista se mantenga esta semana, dada la demanda que ha habido en los últimos días. Pero en los próximos días viviremos un cambio de tendencia.

Las bajadas llegarán a finales de año

Dado que la gran mayoría de conductores han vuelto al trabajo, buena parte de la demanda de las últimas semanas será menor, lo que influirá en que las subidas no sean tan pronunciadas. Ojo, no estamos hablando de bajada de precios. Estos seguirán subiendo, manteniéndose como un KO para nuestros bolsillos. Pero notaremos cierta estabilización. En cualquier caso, no se esperan bajadas de precios hasta finales de año, tal y como auguró el experto en la materia y director general de Tempos Energía, Antonio Aceituno.

Cabe decir que las subidas en los precios dependen de varios factores. La reducción de la extracción de crudo por parte de la OPEP+ es uno de ellos. Y también la alta demanda de los últimos meses, que genera más escasez. Las olas de calor también influyen, pues el proceso de refinamiento es más costoso cuando las temperaturas son más altas. Hasta que no se relajen algunos de estos factores, los precios no bajarán.