Por mucho que el Kia Sportage se haya convertido estos últimos años en el modelo estrella de la marca coreana tanto en España como en Europa, el fabricante asiático sabe muy bien que su Niro está muy bien posicionado en el mercado. Ente otras cosas porque es un modelo que tiene muy pocos rivales directos, sobre todo teniendo en cuenta que, si bien es cierto que hay muchos Crossover en el mercado, pocos apuestan por la hibridación y la electrificación en su gama.

Como bien saben los que están interesados en hacerse con uno de estos modelos, que ha seguido apostando en esta recién estrenada segunda generación por la misma fórmula que hizo del primer Niro uno de los modelos más vendidos en su catálogo. Y esa no es otra que la de dejar de lado las opciones con motores de combustión tradicionales y apostarlo todo a motores híbridos e híbridos enchufables 100 × 100 eléctricos.

 

De esta forma, este modelo se convierte en un crossover de tamaño compacto perfecto para aquellos que buscan o bien la etiqueta ECO o bien la etiqueta CERO de la DGT, pero a través de motores híbridos puros, no a través de motores con sistemas de microhibridación ligera. Todo ello acompañado evidentemente de una mejora en el equipamiento, en la calidad general percibida, en la tecnología y en el diseño de un modelo que, eso sí, en algunas de sus versiones, no es que sea 100 × 100 perfecto.

Los dos pequeños ‘peros’ del Kia Niro PHEV

En concreto, si nos centramos en la versión híbrida enchufable, una vez siempre llega con un motor que le permite tener más de 60 km en modo 100 × 100 eléctrico, pero, a su vez, no contar con el inconveniente que tiene la versión eléctrica en cuanto a autonomía, entre otras cosas porque una vez acaba la batería del motor eléctrico es el motor de combustión el que entra en acción, son dos pequeños inconvenientes los que debemos tener en cuenta antes de ir a por uno de ellos.

 

Pero es que, de hecho, van de la mano. Y es que, teniendo en cuenta que Kia ha pensado e ideado este modelo para ser un modelo pensado para familias que quieran disfrutar de una conducción tranquila, quizás se han excedido a la hora de configurar una suspensión demasiado blanda y una dirección demasiado asistida, algo que provoca que en algunas ocasiones la experiencia de conducción no sea tan reconfortante como en otros modelos de la marca.

Evidentemente, son dos detalles que en ningún caso, entre otras cosas porque no es que sea un modelo precisamente para disfrutar de una carretera de curvas como lo haríamos con un deportivo, van a impedir que muchos opten finalmente por hacerse con uno de estos Niro PHEV, pero sí que es importante tenerlo en cuenta.