El Fiat Tipo con motor diésel se sitúa actualmente como el modelo más económico con esta motorización disponible en el mercado español. Frente a la paulatina desaparición de los diésel en la mayoría de catálogos, la presencia del Tipo con esta mecánica representa una rareza que, sin embargo, sigue teniendo sentido para quienes priorizan eficiencia en largos recorridos y costes contenidos.

En su versión de acceso, el Fiat Tipo mantiene una carrocería de 4,37 metros en formato berlina compacta, con un diseño sobrio y funcional. La gama incorpora una estética sin ornamentos innecesarios, con líneas rectas, calandra sencilla y ópticas halógenas en los acabados básicos. En este sentido, cumple con lo esencial sin buscar protagonismo visual. La disposición del habitáculo favorece el espacio interior, con una segunda fila apta para adultos y un maletero de 440 litros que lo sitúa entre los más capaces del segmento.

El interior refleja una orientación práctica. El salpicadero es de diseño clásico, con mandos físicos para las funciones principales, y una pantalla central que integra las opciones básicas de conectividad. En los acabados iniciales, el equipamiento se limita a lo imprescindible: aire acondicionado, elevalunas eléctricos delanteros y limitador de velocidad. La calidad percibida es acorde a su precio, con materiales duros pero bien ensamblados.

Motor diésel eficiente y costes ajustados

Lo destacable en este caso es el uso del bloque 1.6 Multijet, un motor diésel de cuatro cilindros que desarrolla 130 CV y se asocia a un cambio manual de seis relaciones. Este propulsor se caracteriza por su buena respuesta en bajo y medio régimen, ideal para carretera y uso interurbano. El par de 320 Nm permite mantener cruceros con solvencia sin exigir demasiado al motor, lo que contribuye a un consumo medio muy contenido, cifrado en torno a los 4,5 l/100 km.

 

A pesar de la tendencia general del mercado, el Fiat Tipo diésel mantiene vigencia para flotas, repartidores o particulares con elevada carga de kilómetros anuales. La etiqueta C y la autonomía que ofrece con un solo depósito lo convierten en una opción sensata para quienes no necesitan electrificación, pero sí un coste por kilómetro muy bajo.

Desde el punto de vista dinámico, el Tipo ofrece un comportamiento neutro. Su dirección es ligera, la suspensión busca confort antes que precisión y el aislamiento acústico resulta correcto, aunque sin pretensiones. En ciudad, sus dimensiones todavía permiten cierta agilidad, mientras que en carretera transmite seguridad sin necesidad de elementos sofisticados.

Llama especialmente la atención que este modelo, en pleno 2025, siga apostando por una mecánica diésel sin sobrecoste, con un precio de partida por debajo de los 20.000 euros. En un contexto de encarecimiento generalizado, su propuesta racional le permite mantenerse como la alternativa más asequible para quien aún busca eficiencia térmica en formato tradicional.