No es que sea precisamente ningún secreto que la movilidad tanto en nuestro país como a nivel mundial está cambiando, sobre todo por la entrada al juego de los motores 100 × 100 eléctricos.
Si bien es cierto que la inmensa mayoría de fabricantes están apostando por esta tecnología para poner la venta de automóviles tradicionales en cuanto a sus características, también lo es que son varias las marcas que están apostando también por otro tipo de coches eléctricos con prestaciones mucho más sencillas dirigidas para aquellos que se vayan a mover de forma habitual por entornos urbanos y a velocidades muy bajas.
Así, no es casualidad que ya estén a la venta en nuestro país modelos como el Citroën AMI y sus derivados dentro del grupo Stellantis o el Microlino, una versión eléctrica del famoso BMW Isseta.
Pero más allá de estos cambios dentro de la propia industria, desde el gobierno saben también muy bien que deben impulsar nuevas medidas para favorecer la movilidad entre los más jóvenes, de ahí que tengan en mente la entrada en vigor de un nuevo carnet a partir de 2024.
El nuevo carnet B1 entrará en vigor en 2024
La idea del Gobierno es, dentro de la Estrategia de Seguridad Vial 2030, la regulación de un nuevo permiso de conducir, el B1. Un nuevo permiso que está pensado para permitir la conducción de vehículos eléctricos con velocidad máxima de 90 kilómetros hora y un peso máximo de 400 kilogramos.
Tal y como apuntó en su día el Ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, “Esta iniciativa es también una clara apuesta por la movilidad sostenible, ya que la mayoría de los cuadriciclos pesados (categoría L7) que se pueden conducir con el B1 son eléctricos. Por ello, la entrada en vigor de este carnet servirá para aumentar de manera directa la electrificación en España, que alertan, no va al ritmo que sería necesario y lleva camino de quedar lejos de los países líderes, como Alemania y Portugal, donde la media de vehículos electrificados tiene una cuota del 20%”.
La idea además es que este nuevo carnet “favorecerá la movilidad de los más jóvenes en el ámbito rural, donde aun con todos los esfuerzos, evidentemente el transporte público no llega en las mismas condiciones”.
Teniendo en cuenta que en España hay más o menos un millón de personas de entre 16 y 17 años que podrían optar por el carnet B1, sería también una buena medida de transición hacia el permiso B.