Tampoco hace falta ser precisamente un experto en mecánica para ser consciente de que los neumáticos no dejan de ser una de las partes más importantes de un coche a nivel de seguridad, entre otras cosas porque es en la parte con la que el coche tiene contacto con el asfalto de la vía.
En este sentido, desde la Dirección General de Tráfico han recordado en muchas ocasiones que, más allá de llevar los neumáticos siempre la presión indicada por el fabricante, entre otras cosas porque eso ayuda también a reducir el consumo general del coche, no alargar en exceso la vida de los neumáticos puede acabar favoreciendo y reduciendo el número de accidentes en nuestras carreteras.
Eso sí, cabe tener en cuenta que hay ciertas ocasiones en las que el reventón de una rueda no llega provocado precisamente por culpa de un movimiento mal calculado por parte del conductor, sino que llega por el mal estado de la vía por la que está circulando, especialmente en algunas vías secundarias en nuestro país que no están precisamente muy buen estado y en las que es posible que un bache acabe provocando que la rueda reviente.
Los pasos a seguir para que se cubran los costes de la reparación
Si bien es cierto que no es una situación muy habitual, sí que se han dado casos en los que una carretera muy mal estado con baches muy profundos a la cavado provocando un reventón. Evidentemente el estado de estas carreteras depende ya sea del propio Estado, de la Comunidad Autónoma o de la Diputación pertinente, por lo que el conductor no debe en ningún caso correr con los costes de reparación.
Pero para ello se deben seguir una serie de pasos, y el primero de todos es, una vez se ha producido el reventón, hacer fotografías del bache y del estado de la carretera en cuestión así como llamar a la Guardia Civil para que haga un atestado de lo sucedido.
El siguiente paso, una vez ya se ha llevado a cabo la reparación, es interponer una reclamación administrativa contra la institución responsable de la vía ya sea el Estado, las CCAA o las Diputaciones Provinciales, y en la que se indique el coste del arreglo. En este caso es interesante ponerse en contacto con la compañía aseguradora o las asociaciones de consumidores para que actúen ellos como intermediarios y así acelerar el tiempo de respuesta.