Como es de sobra conocido, uno de los principales motivos de preocupación de la Dirección General de Tráfico es mejorar la seguridad vial. En este sentido, es más que lógico que este organismo vaya actualizando sus normativas teniendo en cuenta también que la tecnología se ha convertido en un factor cada vez más determinante en su terreno.

Es por eso que, a diferencia de lo que ocurría hace décadas, el hecho de que la tecnología sea cada vez mayor y más avanzada en todo lo que se refiere a los coches, especialmente en el terreno de la conducción autónoma, algo que aún no está implantado en la inmensa mayoría de países a nivel mundial, la DGT tiene varias propuestas encima de la mesa de cara un futuro no muy lejano.

Una de ellas proviene de un estudio que está aterrizando en la Universidad de Carolina del Norte, concretamente en el departamento de géneros de transporte, que son muy conscientes de que, una vez se hayan implantado en las carreteras a nivel mundial los coches autónomos, es decir, coches que se conducen solos y que no necesitan de un humano, es necesario también implementar una serie de novedades para facilitar la seguridad en este sentido.

Los semáforos de cuatro colores para ayudar a los coches autónomos

Una de las principales aportaciones de este estudio que están llevando acabo en la universidad norteamericana es el hecho de incorporar un cuarto color a los semáforos, que no sería otro que el color blanco.

Evidentemente en este tipo de semáforos los colores hasta ahora existentes, verde, amarillo y rojo seguirán teniendo el mismo significado, Y será la introducción del nuevo color blanco la que ayudará a que la circulación con este tipo de coches autónomos sea mucho más fluida.

Así, la luz blanca, pensada para las intersecciones, indicará a los conductores de los vehículos no automatizados que simplemente sigan al coche que tienen delante. El objetivo de esta nueva luz en los semáforos es aprovechar la capacidad de cálculo de los coches autónomos para hacer más sencillo el control del tráfico en los puntos conflictivos como son precisamente las intersecciones.

Evidentemente actualmente no deja de ser una idea que pasa por ser un proyecto en una fase muy embrionaria, pero no sería de extrañar que, dentro de unos años, cuando los coches autónomos sean ya una realidad, se lleven a cabo diferentes medidas tanto por parte de la DGT como del resto de organismos a nivel mundial para facilitar el tráfico y evitar así accidentes.