Citroën ha dado un giro claro a su estrategia con el C4, dejando atrás cualquier intención de aparentar exclusividad a base de precios elevados. Ahora, el compacto francés se ofrece como una opción accesible pero sin renunciar al diseño, al confort ni al equipamiento. Esta nueva etapa comercial coloca al modelo en una franja de precios que arranca en torno a los 21.500 euros y se extiende hasta poco más de 30.000, dependiendo de la versión y el acabado.

 

La gama mecánica está bien estructurada, con motores gasolina tradicionales y versiones híbridas ligeras (MHEV) que ofrecen entre 110 y 145 CV. Estas configuraciones no solo cumplen con las normativas actuales, sino que además otorgan al C4 la etiqueta C o ECO, un detalle cada vez más importante para quienes circulan habitualmente por ciudad. En términos de consumo, las cifras se mueven entre los 4,7 y los 5,9 litros a los 100 km, manteniéndose en márgenes razonables para su tamaño y peso.

Precio ajustado, pero sin recortes donde importa

Llama especialmente la atención que incluso la versión más básica, denominada YOU, llega con un equipamiento que cubre lo esencial: aire acondicionado, pantalla táctil con conectividad para smartphones y múltiples sistemas de ayuda a la conducción. A medida que se sube en la gama, el equipamiento crece en calidad y cantidad, con elementos como llantas de aleación, control de crucero adaptativo, faros Full LED o asientos con mejor acabado.

 

Por otro lado, el diseño sigue jugando un papel clave. El C4 mantiene esa mezcla de berlina compacta con aires de crossover, una fórmula que refuerza su personalidad frente a rivales más convencionales. Con 4,36 metros de largo y un maletero de 380 litros, cumple bien como coche polivalente tanto en ciudad como en carretera. A ello se suma la conocida suspensión de amortiguadores progresivos hidráulicos, una solución que aporta un nivel de confort superior al habitual en este rango de precios.

Por todo ello, el Citroën C4 se convierte en una opción muy completa para quienes buscan un compacto con imagen, cómodo, bien equipado y con un coste de adquisición razonable. El cambio de rumbo en la estrategia de la marca no deja lugar a dudas: el objetivo es ofrecer más por menos, sin que eso suponga comprometer la calidad.