La Fábrica de Motores de Baviera –en alemán, Bayerische Motoren Werke, o BMW, simplemente- lleva con nosotros desde 1917 y ha sobrevivido a modas, tendencias, guerras, crisis y revoluciones. De todas ellas ha salido airosa y hoy, en pleno 2022, se mantiene en solitario ofreciendo coches de calidad y diseño extraordinarios. A nadie debe pues extrañarle que, en estos días inciertos, sea precisamente la marca bávara la que más provecho saca de sus modelos alternativos a esa fiebre ya demasiado larga que arrincona a berlinas y compactos. Uno de estos últimos, el  Serie 1, es la primera opción de todos los que no quieren un SUV.

BMW X1
BMW X1

Un compacto de nivel

El BMW Serie 1 mide 4,32 metros de largo y ofrece un maletero de 380 litros. Es perfecto para que cuatro adultos viajen cómodos y no consume demasiado: sus motores más eficientes y de menos potencia son los de 116 y 150 CV diesel, que no exigen más de cuatro litros para cubrir 100 kilómetros. Si elegimos opciones más potentes y nos vamos, por ejemplo, a un gasolina de 178 CV, el coche exige ya 6 litros, pero podemos conformarnos, si preferimos gasolina, con un 136 Cv que no pide más que 5 litros cada 100 km. Si eres de esas personas que quieren potencia máxima, tienes también opciones: diesel de 190 CV y gasolina de, respectivamente, 265 y 306 Cv. Teniendo en cuenta que el coche no pasa de los 1.500 kg, si te decides por una de estas posibilidades, debes saber que lo que tendrás que conducir será una auténtica bala, así que cuidado. El motor más potente, eso sí, reclama 7 litros cada 100 km. Es, en definitiva, un compacto serio, eficaz, honesto y sin alardes exteriores ni interiores.

Bien equipado

Ser un BMW no es una broma y, por eso, todos los vehículos de la marca alemana se presentan con un excelente equipamiento. En el caso del BMW Serie 1 hay de todo, como en el Audi A3 o el Mercedes Serie A, que son sus competidores: conectividad, seguridad y ayudas a la conducción. Y todo, dentro de un habitáculo que genera una sensación general de confort y comodidad. Lo único malo es el precio: 31.550 euros. Algún experto habla, cuando se refiere al coche, de “estética dudosa”, pero a un BMW no se le deben pedir nunca experimentos: los bávaros son serios, fiables y elegantes. Y los BMW lo son igualmente, aunque no dejan de tener ese punto osado que a Mercedes y a Audi les falta. En Baviera, hasta la gente es así: son alemanes, pero no del todo.