George Simion es el ganador este domingo de la primera vuelta de la controvertida repetición de las elecciones presidenciales en Rumanía. El ultranacionalista es un claro admirador del presidente de EE.UU., Donald Trump, y líder del partido AUR, fundado hace justo seis años. El político de 38 años se presenta como un defensor de los valores tradicionales y los "verdaderos rumanos", con una retórica que mezcla elementos nacionalistas, religiosos y populistas.
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Su discurso, que también aboga por cierto proteccionismo económico y la unificación con Moldavia, ha encontrado resonancia especialmente entre votantes jóvenes, rurales y con un nivel educativo más bajo. El líder nacionalpopulista ha prometido que, si llega al poder, suspenderá la ayuda militar a Ucrania, y en una retórica parecida a la del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, asegura que quiere "la paz" y una "tregua" en el conflicto provocado por la invasión rusa.
Simion se presentó a estas elecciones como el "heredero político" de Calin Georgescu, el ultranacionalista prorruso que ganó contra todo pronóstico la primera vuelta de los comicios anulados a finales del año pasado, gracias a una campaña en redes sociales supuestamente financiada desde Rusia.
¿Aumenta el populismo de derechas?
Simion ha lanzado en el pasado iniciativas sociales que han reforzado su popularidad, como la 'Caravana Médica AUR', que ofrece atención sanitaria gratuita en zonas rurales desatendidas. Rumanía está en la cola en gasto médico por persona en la Unión Europea (UE) y la situación de la sanidad pública es calamitosa. Con iniciativas de este tipo se ha construido una imagen de proximidad con los más vulnerables, lo que refuerza su retórica populista de "protector del pueblo".
En el ámbito internacional, ha participado en encuentros de figuras ultranacionalistas globales, como la CPAC en Estados Unidos, y ha fortalecido sus vínculos con líderes europeos afines, como Giorgia Meloni, la primera ministra de Italia. Su partido es señalado por los críticos por promover narrativas ultranacionalistas, su agenda de unificación con Moldavia y sus posturas euroescépticas, consideradas perjudiciales para Rumanía. Simion asegura que luchará porque Rumanía no sea tratada como un socio "de segunda clase". El líder de AUR se casó en 2022 en una ceremonia multitudinaria con una mujer once años más joven que él y tiene un hijo de un año.
Admirador de Trump
El líder de AUR, nacido en el seno de una modesta familia en el este del país balcánico, no esconde además su admiración por Trump, a quien imita no solo en el estilo, sino también en la retórica y la estrategia política. En sus apariciones públicas utiliza lemas inspirados en el presidente republicano, como "Rumanía primero", y a veces lleva una gorra de béisbol con el lema "Trump".
Este guiño busca reforzar su imagen como líder antisistema dispuesto a "recuperar" Rumanía para la gente ante unas élites políticas y económicas distantes. Simion, que ha estudiado Administración de Empresas en la Universidad de Bucarest, ha sido una figura polarizadora desde su irrupción en la política hace más de una década.
Injerencia extranjera
El Tribunal Constitucional del país balcánico decidió el 6 de diciembre, justo 48 horas antes de la que sería la segunda vuelta, anular el proceso electoral al considerar comprobado que hubo una injerencia extranjera a favor de Georgescu, sobre todo en su masiva campaña en redes sociales, como TikTok.
La Unión Europea (UE) y la OTAN —a las que pertenece Rumanía— y otros socios occidentales observan con especial interés y preocupación estas elecciones, de las que podría salir elegido un populista eurocrítico y contrario a las ayudas occidentales para la vecina Ucrania ante la invasión rusa.