El gobierno ucraniano acusa las fuerzas rusas de estar detrás de la explosión que ha destruido parte de la presa de Kakhovska, situada en el río Dnipro a su paso por la provincia de Jersón, en el sur de Ucrania. Desde el Kremlin todavía no se han pronunciado sobre estos hechos, pero desde Kíiv no han tardado ha señalado los hechos como un "crimen de guerra". El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha tildado al ejército ruso de terrorista y ha afirmado: "La destrucción de la presa de la central hidroeléctrica de Kakhovka solo confirma para todo el mundo que tienen que ser expulsados de todos los rincones de la tierra ucraniana. No les tendría que dejar ni un metro, porque utilizan cada metro para el terror".

El ataque pone en grave riesgo esta región en el sur de Ucrania. La prisa contenía un volumen masivo de agua que se desborda por el río y poner en riesgo las poblaciones adyacentes. Las autoridades ucranianas han empezado la evacuación de la población y se calcula que unas ochenta de poblaciones se encuentran en peligro de inundación.

La destrucción de la presa se produce cuando tanto Ucrania como Rusia han informado en las últimas partes militares de acciones del ejército ucraniano que parecen apuntar al principio de su esperada contraofensiva para recuperar territorios ocupados por los rusos. Justamente, las fuerzas ucranianas consideran que esta es la respuesta rusa a su contraofensiva. "Rusia ha volado las presas de la central hidroeléctrica de Kakhovka. El propósito es obvio: crear obstáculos insalvables al avance ucraniano; tomar la iniciativa informativa; ralentizar un final justo de la guerra", ha expuesto en las redes el asesor de la oficina presidencial ucraniana, Mijailo Podolyak. Ucrania ha advertido en varias ocasiones desde el comienzo de la guerra de la posibilidad de que Rusia volara la toma de la Central Hidroeléctrica de Kakhovka.

¿A las puertas de un desastre?

Kakhovka es una presa extensísima. Mide 30 metros de altura y cientos de metros de ancho, lo que le ha permitido contener cientos de miles de litros cúbicos de agua desde su construcción en el año 1956. Se calcula que su depósito contiene unos 18 kilómetros cúbicos de agua, aproximadamente el mismo volumen que el Gran Lago Salado de Utah, según informa The Guardian.

Ahora, todo este basto volumen de agua se vuelca sobre el río y lo desborda rápidamente. Según las autoridades ucranianas, unos 16.000 civiles se encuentran en riesgo de inundación. El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha afirmado que le ataca a esta prisa será "probablemente el mayor desastre tecnológico de Europa en décadas".