Reconocer la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk ha servido al presidente ruso, Vladímir Putin, como billete para traspasar las fronteras ucranianas con una excusa que no es la invasión, sino el apoyo a los nuevos territorios indecentes que ha reconocido. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha acusado a Rusia de violar su integridad territorial al desplegar a sus tropas en un territorio que Ucrania reconoce como sede. "Ucrania califica de manera inequívoca las últimas acciones de Rusia como una violación de la soberanía y la integridad territorial de su Estado. Toda la responsabilidad por|para las consecuencias de esta decisión recaen en los dirigentes de Rusia", ha asegurado Zelenski en un mensaje televisivo.

El presidente ucraniano también ha subrayado que "las declaraciones y acciones de Rusia" no conseguirán modificar las fronteras internacionalmente reconocidas de su país. Zelenski ha señalado que la decisión de Putin puede significar la renuncia unilateral de Rusia a los acuerdos de paz de Minsk y a las decisiones adoptadas con Alemania y Francia en el formato de Normandía. "Eso socava los esfuerzos de paz y destruye los actuales formatos de negociación", ha señalado.

En febrero de 2015 los Acuerdos de Minsk, firmados con mediación francesa y alemana, pusieron fin a la guerra a gran escala en el Donbàs y establecieron un alto el fuego entre el Ejército ucraniano y las milicias prorrusas que ha sido violeta en repetidas ocasiones.

Sanciones internacionales

Los movimientos de tropas rusas en las regiones de Donetsk y Lugansk para, según alegan los rusos, "garantizar la paz" ha disparado las alarmas de la comunidad internacional, que se prepara para anunciar este martes nuevas sanciones contra Rusia. Según la comunidad internacional, la decisión de Putin supone enterrar los acuerdos de Minsk para un arreglo pacífico en la región del Donbàs, además de un atentado contra la integridad territorial de un estado y una modificación forzada de las fronteras actuales a Europa.

Mientras se discuten posibles sanciones la situación sobre el terreno empeora, Según informa Efe, los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) han informado hasta este lunes de más de 3.000 violaciones del alto el fuego en el Este de Ucrania, donde está la línea de contacto entre las tropas gubernamentales y las milicias separatistas prorrusas. Estas cifras son muy superiores a la media de incidentes registrados en los últimos siete días. Desde que empezaron en el 2014, los combates en la zona han provocado más de 14.000 muertes.