ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Desde que empezó la invasión rusa en Ucrania el pasado jueves, 24 de febrero, algunas voces han asegurado que si en lugar de Joe Biden, el presidente de los Estados Unidos hubiera sido Donald Trump, Vladímir Putin no se habría atrevido a empezar la guerra. En las últimas horas, en un discurso pronunciado en un mitin en Nueva Orleans, el mismo Trump ha secundado esta idea, alegando que conocía muy bien en Putin: "Él no lo habría hecho, no lo habría hecho nunca". Pero como no es el presidente, se permitió bromear con la guerra, proponiendo bombardear Rusia con aviones americanos pero con la bandera china. Su propuesta consistía en poner banderas de China en sus aviones F-22 y bombardear Rusia insistentemente. Los asistentes al encuentro, todos importantes contribuyentes a su formación política, empezaron a reír ante esta idea alocada, mientras el expresidente iba más allá asegurando que, cuando se les le pidiera explicaciones, podrían decir que no habían estado ellos quien habían tirado las bombas, sino que había sido cosa de los chinos. A estas alturas, ya sorprenden pocas declaraciones del expresidente.

A finales de febrero, el miércoles 23, justo un día antes que empezara la invasión, Trump alabó Putin públicamente, asegurando que su decisión de reconocer las dos provincias del Dombás en el este de Ucrania había estado "genial", como paso previo a su ofensiva militar. En la misma entrevista en una popular radio conservadora, el expresidente hablaba de Putin como una persona "muy inteligente" y a quien conoce muy bien.

Durante los 84 minutos que duró su discurso en Nueva Orleans, Trump también aprovechó para alabar a Kim Jong Un, describiéndolo como un hombre "realmente duro"; aprovechó para criticar al actual presidente de los EE. UU. y su sucesor en la Casa Blanca, Joe Biden, insistiendo que el Partido Demócrata cometió un fraude electoral en las pasadas elecciones presidenciales, en noviembre de 2020.

La atrocidad de un hombre inteligente

Lejos de retroceder en sus palabras anteriores a la invasión, a principios de marzo Trump continuó con los elogios a Putin, insistiendo en que es una persona inteligente y tildando de estúpidos a los líderes norteamericanos. "Ayer los periodistas me preguntaban si pensaba que el presidente Putin es inteligente. Respondí que claro está que es inteligente", explicaba Trump ante una multitud a la Conferencia anual de Acción Política Conservadora en Orlando. "El problema no es que Putin sea inteligente, que por descontado que lo es. La cuestión es que nuestros líderes son estúpidos", continuó, añadiendo que los países occidentales "no son inteligentes, sino que parecen el contrario de inteligentes".

Entonces ya dejaba caer la idea de que si él hubiera sido al frente de la Casa Blanca nada de eso no habría pasado: "Bajo nuestro liderazgo el mundo era un lugar pacífico porque los Estados Unidos eran un país fuerte y la gente nos percibía como poderosos, astutos y listos. Antes éramos inteligente, ahora somos un país estúpido". Con todo, Trump habló de la invasión rusa en términos de atrocidad: "El ataque ruso a Ucrania es espantoso, un ultraje y una atrocidad que nunca se tendría que haber permitido. Estamos rezando por el orgulloso pueblo ucraniano, que a Dios los bendiga," rogó sin desdecirse de sus palabras.