El Tribunal Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, con sede en La Haya, ve "indicios" de genocidio de Israel a Gaza, pero pide más "información" para tomar una decisión definitiva después de las medidas cautelares solicitadas por Sudáfrica. Así, exige "tomar las medidas posibles" para "prevenir" el genocidio en Gaza.

El Estado israelí también deberá “adoptar medidas inmediatas y efectivas para permitir la prestación de servicios básicos y asistencia humanitaria que se necesitan con urgencia para abordar las condiciones de vida adversas que enfrentan los palestinos en la franja de Gaza”.

Las decisiones de este tribunal son legalmente vinculantes para Israel, aunque la CIJ tiene pocos medios para hacerlas cumplir.

No obstante, los jueces también indicaron, como parte de las medidas cautelares, que Israel debe impedir la destrucción y asegurar la preservación de pruebas relacionada con este caso, y entregar un informe en un plazo de un mes sobre “todas las medidas tomadas”.

La jueza Joan E. Donoghue, encargada de leer la orden judicial, ha empezado su exposición hablando sobre los ataques de Hamás del 7 de octubre pasado, en el que murieron 1.200 israelíes, y ha denunciado las "víctimas masivas" y la "destrucción extensa" en Gaza como respuesta de Israel.

En una sesión para anunciar medidas provisionales como parte de un caso iniciado por Sudáfrica para frenar la grave situación humanitaria en la Franja de Gaza, la CIJ también pidió a Israel “asegurarse con efecto inmediato de que sus militares no cometan ningún acto” prohibido por la Convención sobre el Genocidio. 

"Actos genocidas"

Las audiencias sobre la indicación de medidas cautelares se celebraron el 11 y el 12 de enero. Entonces, Sudáfrica aseguró que los "actos genocidas" de los cuales acusaba Israel "no son marginales, y están incorporados a la política estatal" de Tel-Aviv, y ha señalado como prueba el "lenguaje de deshumanización sistemática" usado por altos cargos israelíes para calificar a los palestinos de Gaza de "animales humanos".

"La intención genocida de Israel tiene las raíces en la creencia de que el enemigo no es solo el ala militar de Hamás, o incluso Hamás en general, sino que está incrustado en el tejido de la vida palestina en Gaza. Israel es la potencia ocupante que controla Gaza. Controla la entrada, la salida y el movimiento interno dentro de Gaza," aseguró al abogado sudafricano Tembeka Ngcukaitobi, durante una audiencia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

El abogado enumeró declaraciones hechas por representantes israelíes en un "lenguaje de deshumanización sistemática", en qué se ha calificado a los palestinos como "animales humanos" y donde "Hamás y los civiles son condenados por igual" y se considera que en la Franja "no hay civiles inocentes". "Los actos genocidas no son marginales, sino que están incorporados a la política estatal. Los soldados en el terreno entienden claramente la intención de destruir. Algunos miembros de la sociedad israelí también lo entienden plenamente, ya que el gobierno recibe críticas cuando permite ayuda a Gaza, porque lo acusan de retractarse de su promesa de matar de hambre a los palestinos", detalló al letrado.