El miércoles pasado, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov manifestaba cierta esperanza de llegar a un acuerdo o un compromiso en las conversaciones con Ucrania. Un mensaje que parece que no acabó de gustar al presidente ruso, Vladímir Putin, porque el viernes, en un mitin multitudinario en Moscú, pronunció otro discurso. De hecho, algunos ya se han atrevido a comparar su discurso con el de Iósif Stalin. ¿Sin embargo, en qué se basa esta comparación?

Hablando en una videoconferencia retransmitida por televisión con altos funcionarios del Kremlin, Putin expuso algunas invectivas no solo contra el régimen "pro nazi de Kyiv" sino también contra cualquier persona en Rusia que diera apoyo en Occidente o puntos de vista Occidentales. De hecho, hay que recordar que en Rusia no se puede hablar ni de guerra ni de invasión. Tildó a estas personas de "destruir Rusia". Tal como recoge la publicación Slate, su discurso también olía a dictador soviético: "El pueblo ruso podrá distinguir a los verdaderos patriotas de la escoria y los traidores y simplemente los escupe como un mosquito que accidentalmente voló a sus bocas, los escupe contra el pavimento. Estoy convencido de que esta autopurificación natural y necesaria de la sociedad solo fortalecerá nuestro país y nuestra solidaridad, cohesión y disposición para responder a cualquier desafío".

¿Qué decía Stalin?

La misma publicación constata que esta cita recuerda a Stalin en los últimos años contra el "cosmopolitismo desarraigado", con lo que hacía referencia a los judíos. Putin, en su mensaje, incluye a todos los rusos que den apoyo a los rusos que abrazan Occidente. Pero Slate todavía resalta más similitudes con el discurso de Stalin. El máximo dirigente de la URSS pronunció un discurso electoral ante el Congreso del Partido Soviético el 9 de febrero de 1949. En este discurso, parece que muchos historiadores constatan que podría haber empezado la guerra fría. En aquel momento, Stalin advirtió que los "desarrolladores desiguales" dentro del mundo capitalista pronto desencadenarían "violentos disturbios" y que el pueblo soviético tendría que prepararse para una repetición de la década de 1930, dónde sacrificarían lujos de los consumidores en áreas de la construcción de la industria.

El presidente ruso se ha expresado de manera similar este viernes. Putin ha reconocido dificultades económicas impuestas por las sanciones en Occidente. "El trabajo más importante es garantizar la disponibilidad de bienes en el mercado de consumo", pero más adelante se refirió como "bienes esenciales, medicamentos y productos médicos". Por lo tanto, bienes de primera necesidad. También se habló bastante tanto de desarrollar Fondos de Desarrollo Industrial como "la implementación acelerada de proyectos de sustitución de importaciones".

¿Qué pasó después del discurso de Stalin? La misma publicación recuerda que un par de semanas después del discurso de Stalin, el diplomático George Kennan envió un telegrama desde la embajada de los EE.UU. a Moscú. En aquel momento, alertó sobre "la visión neurótica del Kremlin de los asuntos mundiales" y haciendo un llamamiento a una política de "contención" contra el expansionismo de Moscú.

Ahora bien, la situación no es la misma que en aquella época. El autor de este mismo artículo constata que los rusos, en aquel momento, "habían luchado contra la guerra, la pobreza, el hambre y el aislamiento del resto del mundo durante décadas, millones de rusos de hoy, especialmente de las grandes ciudades, han vivido durante décadas con relativa comodidad", incluyendo diferentes bienes, viajes, ideas e información.

¿Es posible todavía un cambio de rumbo?

La respuesta no es fácil, de hecho, es bastante complicado. Así lo relata en conversación con ElNacional.cat Oleksandr Danylyuk, que fue asesor especial de del jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Ucrania y también trabajó como asesor del ministro de Defensa de Ucrania. Actualmente, sin embargo, dirige el Centro para las Reformas de la Defensa y es coordinador de la plataforma intergubernamental OTAN-Ucrania para la detección temprana y la lucha contra las amenazas híbridas. "Espero que a pesar de la propaganda que tienen en Rusia, puedan tener fuerzas sanas dentro y puedan detenerlo, si no será un problema muy fuerte para toda la humanidad. Putin y sus aliados no pararán, no les importa. Lo que podría ser una solución sana es una combinación de golpe de estado y que la gente se rebele. No sé cuánto de tiempo necesitarán los rusos". Tal como resalta, el exasesor cree que la guerra no la ganarán de ninguna de las maneras. "No ganarán aunque destruyan el país. Tienen que detener esta guerra tan pronto como sea posible, porque no tiene ningún sentido. No tienen opción de ganar, y lo destrozarán todo, mi país y el suyo".

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, dibujado en una matrioshka / Efe