Lluvias torrenciales como las que se han vivido en el este de África entre finales de marzo y mayo se han vuelto el doble de probables y un 5% más intensas en el clima actual, unos 1,2 °C más cálido que en la era preindustrial. Esta ha sido la conclusión de un estudio de World Weather Attribution en el que han participado expertos de Kenia, Países Bajos, Alemania, Suecia, Dinamarca y Reino Unido. La investigación destaca que las zonas que han recibido los peores impactos de precipitación, entre marzo y abril, han sido la región alrededor del lago Tanganica, el lago Victoria, las tierras altas centrales (incluida Nairobi), las tierras bajas del sureste de Kenia y la costa de Tanzania.

El estudio ha evaluado los modelos climáticos históricos de la región y concluye que ha habido recientemente una mayor tendencia hacia las tormentas intensas, que los investigadores achacan al cambio climático. De media, señalan que un evento como el que se ha vivido en la zona este año se ha vuelto el doble de probable y un 5% más intenso en el clima actual, 1,2 °C más cálido por el calentamiento global. De cara al futuro, los modelos muestran que la intensidad de las tormentas y la probabilidad de que ocurran va a aumentar aún más en un clima que derive en unos 2 °C más cálido que en tiempos preindustriales.

Hacia el final del siglo XX, las observaciones mostraban que la época de lluvias intensas, o de 'lluvias largas', en el este de África no tendencia tanto a la torrencialidad, una tendencia que se mantuvo hasta aproximadamente 2008 y que, según el estudio, durante los últimos 15 años se ha revertido en parte por el cambio climático propiciado por la acción humana. Asimismo, los científicos indican que la fase actual de Oscilación del Sur de El Niño o Dipolo del Océano Índico ha tenido una influencia "insignificante" en la estación de 'lluvias largas' de la región estudiada.

"Primordial" invertir en prevención de inundaciones

Por otro lado, los investigadores recalcan que es "primordial" que la región invierta en resiliencia a las inundaciones con el calentamiento futuro. En esta estación de 'lluvias largas', las inundaciones han costado la vida a cientos de personas y más de 700.000 se han visto afectadas por los daños a las infraestructuras, los cierres de las escuelas, el ganado perdido y los miles de hectáreas de cultivos dañados. Según indican los autores del estudio, la rápida urbanización a lo largo del este de África está amplificando los riesgos de inundación, especialmente en las grandes áreas informales localizadas en tierras propensas a las inundaciones. Asimismo, ponen el foco los cambios de uso de las tierras en los países estudiados, lo que incluye la deforestación y la conversión de zonas agrícolas.

Cientos de muertos y más de 700.000 afectados por los daños

En este sentido, consideran que las medidas de preparación para los desastres y las inundaciones de Kenia, Tanzania y Burundi son "un paso en la buena dirección", así como la protección de las infraestructuras que llevan a cabo o los sistemas de alerta temprana. Aun así, creen que tienen que estar integradas e implementadas a escala para reducir los impactos de los desastres. En general, recomiendan que los países de la zona expandan las acciones basadas en los sistemas de aviso para proteger de manera adecuada a la población de los impactos de las tormentas. A su vez, observan que los programas sociales de protección pueden llenar los huecos en los puntos en los que no es posible evitar todos los impactos para ayudar a las personas a recuperar sus activos y medios de vida después del desastre.