Después de la invasión de Ucrania el 24 de febrero, la ciudad de Mariúpol está rodeada por las fuerzas de ocupación y bombardeos. Según las autoridades locales, el 80% de la infraestructura urbana está destruida, hecho que comporta una crisis humanitaria garrafal. En este sentido, Izyum, Volnovakha, Irpin, Ivankiv, Bucha, Gostomel, Chernihiv y otras ciudades que han sido atacadas por el ejército ruso durante varias semanas han frustrado los intentos de la parte ucraniana de entregar ayuda humanitaria y evacuar civiles. En cambio, según un comunicado del Centro de Libertades Civiles de Ucrania, los rusos estarían obligando civiles a desplazarse desde algunas ciudades hasta la misma Rusia. Algunos registros oficiales que señala la misma plataforma constatan que esta práctica ya se habría llevado a cabo con ciudadanos de izquierdas de Mariúpol. Fueron expulsados a la fuerza, muchos sin documentos de identificación o habiendo sido estos confiscados por las autoridades. Las personas afectadas habrían sido reubicadas en Rusia en contra de su voluntad directamente a la Federación, Crimea o en la región del Donbás. Estos actos de agresión, irían acompañados también de una intensa campaña de desinformación, donde se dice que las fuerzas rusas controlan varias ciudades ucranianas en el área y que otras ciudades controladas por el gobierno se niegan a recibir refugiados.

¿Qué son los campos de filtración?

Así, hay numerosos informes de campamentos de filtración rusos para civiles ucranianos reubicados a la fuerza para ser asentados en regiones de la Federación Rusa. Uno de estos campos está funcionando a Dokuchaevsk, en la región del Donbás. Los agentes de Seguridad Federal rusa interrogan a los prisioneros por si tienen familiares en el ejército o en la policía. Un hecho que, aparte de la plataforma, también lo denuncia la Dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania. La intención, según constatan, es encontrar activistas ucranianos y personas que han servido al mismo ejército o fuerzas del orden. El informe afirma que los prisioneros no tienen atención médica ni reciben comida. Después de los interrogatorios, los ciudadanos son deportados en zonas remotas y aisladas de Rusia.

A través de las redes sociales se mencionan diferentes regiones, concretamente la de Sajalín, donde serían deportados algunos ciudadanos después de pasar por estos campos de filtración. Se les "ofrece" trabajo a través de centros de trabajo. Los que aceptan, recibirían documentos que las prohíben salir de regiones rusas durante dos años. La misma publicación en Facebook de la Dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa destaca que son oficiales del FSB -servicios secretos rusos- los que conducen los interrogatorios. Después de pasar este 'filtraje', las personas son enviadas a Rusia, a Taganrog, a la región del Rostov y a Krasnodar.

En este sentido, la misma publicación recuerda que "el traslado forzoso de civiles en el territorio del Estado agresor, en particular de niños, es una grave violación del derecho internacional, incluyendo el derecho internacional humanitario, y una prueba más del comportamiento de Rusia como Estado terrorista".

El origen de los campos de filtración

Los campos de filtración, tal como recoge el portal Lexico de la Universidad de Oxford, fueron establecidos por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) para examinar ciudadanos de territorios soviéticos que habían sido encarcelados por los alemanes o que habían estado viviendo en países ocupados o controlados por Alemania. Posteriormente, también fueron creados por las fuerzas rusas en Chechenia durante los conflictos entre las fuerzas rusas y chechenas en la década de los 90 y la primera década del siglo XXI.

Imagen principal: un niño suyo en un autobús que será evacuado de Mariúpol / Efe