Ante la tensión de una posible invasión de Ucrania por parte de Rusia, el Ministerio de Defensa ruso ha emitido a primera hora de este miércoles un comunicado anunciando que las unidades han concluido ejercicios militares en la península de Crimea, anexionada en el 2014, y que, por lo tanto, vuelven a sus bases permanentes. "Las unidades de la circunscripción militar sur que concluyeron su participación en los ejercicios tácticos en los polígonos de la península de Crimea se dirigen en ferrocarril hacia sus lugares de emplazamiento permanente", ha señalado el Ministerio. Este martes, el mismo Departamento de Defensa ha anunciado el retorno a las bases permanentes de algunas unidades de las circunscripciones militares sur y oeste, que estaban cerca de la frontera de Ucrania porque habían acabado la participación en los ejercicios que tenían programados.

Al mismo tiempo, sin embargo, el portavoz de Defensa, Ígor Konashénkov ha resaltado que las Fuerzas Armadas de Rusia "continúan actividades de envergadura para la preparación de las tropas en las que participan prácticamente todas las circunscripciones militares, las flotas y las tropas aerotransportadas". En este sentido, ha recordado que efectivos de la circunscripción militar este y fuerzas aerotransportadas participan en los ejercicios de Determinación aliada-2022, que tienen lugar en Bielorrusia y que está previsto que acaben el próximo día 20. Por ahora, Occidente ha visto con buenos ojos esta retirada de tropas y como señal de desescalada de las tensiones, a pesar de todo, hace falta que esta desescalada sea verificada.

Ucrania, que ha concentrado más de 100.000 efectivos en la frontera con Rusia, ha dicho que se creerá la retirada militar rusa cuando lo vea con sus propios ojos. "Hay diferentes declaraciones desde la Federación Rusa todo el rato. Tenemos una regla: no nos lo creemos cuando lo escuchamos, sino cuando lo vemos", ha dicho este mismo martes el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba.

El escepticismo de Biden

En este contexto hostil, sin embargo, los Estados Unidos no se fían de Rusia. Esta madrugada, el presidente del país, Joe Biden, ha dicho que todavía es "claramente posible" una invasión rusa de Ucrania. El presidente de los Estados Unidos ha escogido un lugar solemne para comunicar a su nación las preocupaciones de los servicios militares americanos, que no confían en el repliegue militares rusos. De hecho, Biden aseguró que los analistas de los EE.UU. indican que los militares rusos "siguen en una postura totalmente amenazante" y que Rusia todavía tiene más de 150.000 soldados en torno a Ucrania y Bielorrusia. Además, se ha dicho que este miércoles 16 de febrero podría ser el día clave de esta posible invasión. 

¿Qué dice Putin?

Rusia no quiere una guerra. Eso es lo que ha dejado caer este martes el presidente ruso, Vladímir Putin, en una rueda de prensa conjunta con el canciller alemán, Olaf Scholz, de visita a Moscú. "¿Si queremos una guerra? Claro que no", ha dicho la cabeza del Kremlin al comentar la tensión actual en la frontera entre Rusia y Ucrania.

En este sentido, Scholz ha afirmado que la retirada de algunas unidades militares de Rusia de las fronteras de Ucrania es una buena señal, pero que harían falta más para rebajar la tensión. "Que ahora escuchamos que algunas unidades serán retiradas, es una buena señal. Esperamos que haya más", ha destacado al canciller durante la rueda de prensa. La reunión con Putin, según constata Efe, habría durado tres horas.

¿Por qué ha retirado Rusia a algunas tropas?

El hecho de que Rusia haya retirado tropas de la frontera con Ucrania no responde a la "histeria" de Occidente. Así lo ha verbalizado el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov. Según parece, este movimiento ya estaba programado. "Lo hacemos independientemente de lo que otros piensan e independientemente del 'terrorismo informativo' que se está produciendo", ha dicho en alusión a las informaciones que han salido publicadas sobre una posible invasión rusa de Ucrania esta misma semana.

Durante una rueda de prensa conjunta con el presidente de turno de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y ministro de Exteriores polaco, Zbigniew Rau, Lavrov ha resaltado que Rusia está en su derecho de empezar y acabar ejercicios militares a su propio territorio.

Dialéctica política: ¿qué quiere Rusia de Ucrania?

Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, se ha tenido que enfrentar este martes a varias preguntas de los periodistas. Entre ellas, se le ha pedido sobre si la retirada de las tropas que participaban en ejercicios significaba una desescalada del conflicto con Ucrania. En este contexto, Peskov ha insistido en el hecho de que Moscú siempre ha dicho que las tropas devolverían en las bases una vez acabadas las maniobras. "Siempre hemos dicho que una vez acabados los ejercicios, las tropas volverían a los lugares de despliegue permanente. Eso también está pasando ahora. No hay ninguna novedad. Es un proceso normal".

¿Entonces, qué tiene que pasar para que haya una desescalada? Lavrov ha insistido que para que haya una rebajada de tensiones se tendrían que cumplir los Acuerdos de Minsk. Así ha constatado que "lo importante es establecer un diálogo directo" entre Kiev y las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Unas repúblicas que pronto podrían ser reconocidas por Rusia como repúblicas independientes. La Duma rusa lo habría aprobado este martes y solo haría falta la firma de Putin. Un hecho que ya habría caído mal en la Unión Europea, que ya habría condenado los hechos.

Otra cosa que tendría que hacer Ucrania es renunciar a la OTAN. Un hecho que de momento no se contempla. El presidente del país Volodímir Zelenski, ha dicho este lunes que su país afronta presiones para renunciar a ingresar en la Alianza Atlántica. Sin embargo, ha constatado que Kiev sigue deseando entrar como garantía de seguridad e integridad territorial.

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, en una rueda de prensa conjunta con el canciller alemán, Olaf Scholz este martes / Efe