Rusia no quiere una guerra. Eso es lo que ha dejado caer este martes el presidente ruso, Vladímir Putin, en una rueda de prensa conjunta con el canciller alemán, Olaf Scholz, de visita en Moscú. "¿Si queremos una guerra? Claro que no", ha dicho el jefe del Kremlin al comentar la tensión actual en la frontera entre Rusia y Ucrania.

En este sentido, Scholz ha afirmado que la retirada de algunas unidades militares de Rusia de las fronteras de Ucrania es una buena señal, pero que harían falta más para rebajar la tensión. "Que ahora escuchemos que algunas unidades serán retiradas, es una buena señal. Esperamos que haya más", ha destacado al canciller durante la rueda de prensa. La reunión con Putin, según constata Efe, habría durado tres horas.

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Reunión entre Putin y Schloz / Efe

Movimientos y maniobras en la frontera

El hecho de que Rusia haya retirado tropas de la frontera con Ucrania no responde a la "histeria" de Occidente. Así lo ha verbalizado el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Según parece, este movimiento ya estaba programado. "Lo hacemos independientemente de lo que otros piensan e independientemente del 'terrorismo informativo' que se está produciendo", ha dicho en alusión a las informaciones que han salido publicadas sobre una posible invasión rusa de Ucrania esta misma semana.

Durante una rueda de prensa conjunta con el presidente de turno de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y ministro de Exteriores polaco, Zbigniew Rau, Lavrov ha resaltado que Rusia está en su derecho de empezar y acabar ejercicios militares a su propio territorio.

En este contexto, Rusia ha anunciado el retorno de algunas unidades que ya habrían acabado estos ejercicios en las circunscripciones militares de oeste y sur, todas cerca de Ucrania. A pesar de estos movimientos, todavía hay tropas desplegadas en otras partes que están junto al país. "Las unidades de las circunscripciones militares oeste y sur que cumplieron sus misiones ya empezaron a montar en trenes y camiones, y hoy se dirigirán a las guarniciones", ha declarado el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov.

Al mismo tiempo, sin embargo, ha señalado que las Fuerzas Armadas de Rusia "continúan actividades de envergadura para la preparación de tropas, donde participan prácticamente todas las circunscripciones militares, las flotas y unidades aerotransportadas." Así, el portavoz ha recordado que la circunscripción militar este y fuerzas aerotransportadas participan en los ejercicios de la Union Courage-2022 –Determinación aliada 2022–, que tienen lugar en Bielorrusia y que está previsto que se acaben el próximo día 20 de febrero. En este sentido, Konashénkov ha indicado que los agregados militares acreditados en Minsk han sido invitados a las "acciones prácticas" de los ejercicios conjuntos con soldados bielorrusos.

En el Kremlin nadie habla de retirada

Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, se ha tenido que enfrentar este martes a varias preguntas de los periodistas. Entre ellas, se le ha pedido sobre si la retirada de las tropas que participaban en ejercicios significaba una desescalada del conflicto con Ucrania. En este contexto, Peskov ha insistido en el hecho de que Moscú siempre ha dicho que las tropas devolverían en las bases una vez acabadas las maniobras. "Siempre hemos dicho que una vez acabados los ejercicios, las tropas volverían a los sitios de despliegue permanente. Eso también está pasando ahora. No hay ninguna novedad. Es un proceso normal".

¿Entonces, qué tiene que pasar para que haya una desescalada? Lavrov ha insistido que para que haya una rebajada de tensiones se tendrían que cumplir los Acuerdos de Minsk. Así ha constatado que "lo importante es establecer un diálogo directo" entre Kiev y las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Unas repúblicas que pronto podrían ser reconocidas por Rusia como repúblicas independientes. La Duma rusa lo habría aprobado este martes y solo haría falta la firma del presidente ruso, Vladímir Putin. Un hecho que ya habría sentado mal en la Unión Europea, que ya habría condenado los hechos.

Otra cosa que debería hacer Ucrania es renunciar a la OTAN. Algo que de momento no se contempla. El presidente del país Volodímir Zelenski, ha dicho este lunes que su país afronta presiones para renunciar a ingresar en la Alianza Atlántica. Sin embargo, constató que Kiev sigue deseando entrar como garantía de seguridad e integridad territorial.

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, sentado en la mesa con el canciller alemán, Olaf Scholz / Efe