Occidente quiso imponer sanciones en Rusia por el inicio de la guerra en Ucrania, y aislar el Kremlin. La cosa, sin embargo, no está resultando como se esperaba porque Rusia ha conseguido burlarse las sanciones e importa mercancías prohibidas, tanto uso civil como militar, por miles de millones de dólares. Así lo ha revelado una investigación del portal independiente ruso Viorstka. "Solo durante el último medio año, Rusia importó chips de compañías occidentales sujetas a sanciones por un valor superior a los 502 millones de dólares (457 millones de euros), que se utilizan para la producción de misiles y otros tipos de armas", ha informado el medio, especializado en la investigación periodística.

De esta manera, Viorstka ha llegado a esta conclusión después de acceder a datos clasificados de las estadísticas aduaneras rusas y entrevistas a personas relacionadas con la logística de mercancías, y con empresarios rusos que "han explicado cómo funcionan los esquemas de suministros ilegales".

Rusia puede importar prácticamente cualquier cosa

El medio ha indicado que "han sido importados turnos para la industria armamentista por un valor de millones de dólares –171 millones (156 millones de euros)–, piezas de recambio para la aviación civil, e iPhones por 389 millones de dólares (354 millones de euros)".

"Nuestra investigación ha demostrado que Rusia puede importar prácticamente todo desde cualquier parte del mundo, desde un chip de uso civil y militar hasta un turbopropulsor para un Airbus. A los esquemas a través de terceros países participan compañías occidentales y las autoridades rusas evaden con éxito las sanciones europeas y norteamericanos", ha señalado Viorstka. El medio ha puesto como ejemplo los misiles de crucero rusos X-101, fabricados por la corporación KTRV y usados en Ucrania, que tienen procesadores Intel y chips Xilinx y Tejas Instrumento, además de un transceptor Analog Devices Inc.

"Durante el último medio año por las aduanas rusas pasaron componentes de la norteamericana Analog Devices Inc por un valor de más de 98 millones de dólares (90 millones de euros), de Xilinx por más de 75 millones (68 millones de euros), de Tejas Instrumento por al menos 38 millones (35 millones de euros)", han revelado los investigadores. Rusia importó semiconductores de la compañía alemana Infineu, la mayor de su tipo en este país, por más de 28 millones de dólares (25 millones de euros).

"Además, en Rusia llegaron mercancías de Marvell (productor de chips) por más de 11 millones de dólares (10 millones de euros), Cypress Semiconductor, más de 3,8 millones de dólares (3,5 millones de euros), y Amtel, más de 2,7 millones de dólares (2,5 millones de euros)," ha resaltado.

De esta manera, el portal también ha destacado que en territorio ruso llegaron también procesadores norteamericanos Intel y AMD, por más de 169 y 35 millones, respectivamente (153 y 32 millones de euros, respectivamente).

"Prácticamente, todos los componentes electrónicos occidentales llegan a Rusia a través de China y Hong Kong", ha indicado Viorstka, según la cual tres compañías de Hong Kong han suministrado en la parte rusa más de 70 millones de componentes durante los primeros seis meses del 2023.

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, en uno de sus despachos / Efe