En el Reino Unido está siendo imposible tener un primer ministro conservador sin su escándalo. Solo unos meses después de tomar el relevo de la breve Liz Truss, Rishi Sunak, primer ministro británico, se encuentra en el punto de mira de una investigación. En este caso, no se trata del partygate o una guerra de poder dentro de su partido, se trata de un posible caso de conflicto de intereses.

El organismo que supervisa la conducta de los diputados en el Parlamento del Reino Unido investiga en Sunak por un posible conflicto de intereses, que los medios relacionan con un jardín de infancia en que su mujer, Akshata Murphy, tiene acciones. El comisionado de la Conducta parlamentaria, Daniel Greenberg, ha comunicado que ha abierto la indagación a Sunak la semana pasada en virtud de las reglas que exigen que los parlamentarios declaren los intereses que tienen de una manera "abierta y sincera".

"Los miembros siempre tienen que ser abiertos y sinceros al declarar cualquier interés relevante en cualquier procedimiento de la Cámara o sus comités, y en cualquier comunicación con ministros, miembros, funcionarios públicos o titulares de cargos públicos," ha subrayado Greenberg. Por otra parte, desde Downing Street se ha apresurado a asegurar que colaborarán con la investigación y han remarcado su compromiso con la transparencia. Sin embargo, el caso solo estropea la imagen de un primer ministro que no ha conseguido despertar las simpatías de gran parte de los británicos.

El rico al servicio del pueblo

Tan solo la sombra de la sospecha de posible conflicto de intereses es mala para el primer ministro británico, quien está marcado por su contexto extremadamente privilegiado. ¿Ser muy rico, privilegiado y además aprovecharte de tu posición? El estereotipo que hace que los británicos se alejen de Sunak como líder. El declive del partido conservador, en cambio, se debe a motivos muy diferentes.

El actual primer ministro accedió al poder ligeramente salpicado por el partygate pero con una gran reputación en la espalda por su trabajo como titular de Economía. A pesar de que su vertiente personal, la que le juega una jugarreta. Sunak, como muchos conservadores, forma parte de la élite social y económica del Reino Unido y no se esconde. Nieto de inmigrantes indios, Sunak encarna el estereotipo de un hombre nacido en la clase media-alta del Reino Unido. Sin embargo, gran parte de su fortuna proviene de su matrimonio. Murty es hija de un multimillonario. El matrimonio suma una fortuna acumulada de más de 840 millones de euros, más que el mismo rey del Reino Unido, Carlos III. Un poder adquisitivo del cual no se esconde, pero que no juega necesariamente en su favor.