Vladímir Putin ha acusado este miércoles a la Unión Europea de mantener actitudes “revanchistas” y de buscar el debilitamiento de Rusia con el objetivo de descuartizarla. En un discurso ante el alto mando del ejército y del Ministerio de Defensa, el presidente ruso ha cargado con dureza contra los gobiernos europeos, a los que ha tildado de “cerdos” y ha acusado de haberse aliado con la administración norteamericana —la de Joe Biden— anterior para mirar de favorecer “la caída” del Estado ruso. “Creían que destruirían y desmantelarían Rusia en poco tiempo”, ha dicho, antes de afirmar que las potencias occidentales querían “recuperar lo que se ha perdido en periodos históricos anteriores”.
Ahora bien, Putin ha asegurado que, a pesar de la hostilidad actual, el diálogo entre Rusia y Europa acabará por restablecerse. El presidente ruso ha dicho que Estados Unidos, liderados actualmente por Donald Trump, ya estarían mostrando cierta disposición a reanudar las conversaciones y que Moscú mantiene abierto un canal con Washington: “Estamos dialogando con ellos”, ha afirmado. En cuanto a Europa, el dirigente del Kremlin ha apuntado que el restablecimiento de las relaciones probablemente no se producirá con las élites políticas actuales, a las cuales considera irreconciliables, sino con otras futuras. “Será inevitable a medida que nos hagamos más fuertes. Si no es con los políticos actuales, entonces será después de un cambio en las élites políticas europeas”, ha remachado.
Uno de los “cerditos” apuesta por los activos congelados
Putin ha pronunciado su ataque verbal contra Europa justo antes de que Friedrich Merz —que podría ser uno de los “cerdos europeos”, aunque Putin no lo ha especificado— instara a sus homólogos comunitarios a dar un paso decisivo en la cumbre europea que comienza este jueves. El canciller alemán ha propuesto aprobar el uso de los activos rusos congelados para financiar la defensa ucraniana. Merz ha recordado que las relaciones entre Bruselas y Moscú se deterioraron primero con la anexión de Crimea en 2014 y se rompieron definitivamente con el inicio de la guerra en febrero de 2022. Ahora, ha defendido, es momento de demostrar el compromiso europeo con Kiev: “El destino de Europa está indivisiblemente ligado al de Ucrania”. Según el dirigente alemán, utilizar los activos congelados enviaría un doble mensaje: permitiría a Ucrania financiar dos años más de defensa y advertiría a Rusia de que Europa no piensa ceder ante su agresión.
Merz ha remarcado que el objetivo de usar los activos rusos congelados es hacer ver a Moscú que “esta guerra no tiene sentido”, y ha asegurado que no se trata de prolongar el conflicto, sino de acelerar su final aumentando la presión sobre el Kremlin. En un discurso en el Bundestag, ha tildado a Putin de “brutal” y “cínico”. Merz ha acusado a Rusia de querer expandir su zona de influencia dentro de Europa con ataques híbridos, asesinatos y desinformación, y ha advertido que Moscú cuenta con “ayudantes” incluso en el Parlamento alemán. Con una mirada directa hacia las filas de la ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), ha señalado: “Basta con ver las reacciones en el pleno para saber quién está con Ucrania y quién no”.
