Como todas las guerras, la invasión rusa en Ucrania se lucha en muchos frentes, uno muy importante es la propaganda, dentro y fuera de los países afectados. Tan importante es que tu población esté de tu lado como recoger apoyos entre las filas enemigas. En este caso, desde el Kremlin se impulsa todo tipo de propaganda ninguno otros países como los Estados Unidos. El resquicio por el cual Moscú cuela la suya propagada en uno de sus mayores enemigos: la extrema derecha estadounidense.

Según informa The Guardian, la propaganda y la desinformación de Moscú adoban los discursos de la extrema de los Estados Unidos. Desde estos grupos se defiende la figura de Vladímir Putin como la de un aliar para defender apoyo a los valores tradicionales, la religión y la familia en la lucha contra las ideas woke.

No es de extrañar, ya que uno de los mayores exponentes de la extrema derecha estadounidense de los últimos años, el expresidente Donald Trump, tenía en Putin como aliado. Trump y su entorno han alimentado muchas de las teorías que la propaganda rusa ha expandido por el mundo.

Mensajes directos contra colaboración con Ucrania

Los Estados Unidos han sido y es uno de los países más beligerantes del mundo las últimas décadas. Pocos conflictos no han tenido intervención directa o indirecta de esta potencia. Normalmente, con pequeñas excepciones, demócratas y republicanos han estado en cierto grado de acuerdo con la participación del país en guerras en pro de sus intereses. Sin embargo, los republicanos que más simpatizan con Trump, la extrema derecha y las teorías conspiranoicas muestran un rechazo frontal a ayudar en Ucrania.

Por una parte, políticos republicanos de extrema derecha, como la seguidora de las teorías conspiranoiques de Qannon, Marjorie Taylor Greene y sus aliados, argumentan que el apoyo a Ucrania es muy costoso y ponen palos en las ruedas a estas iniciativas.

Por otra parte, el presentador de Fox News Tucker Carlon (hasta hace poco gran aliado de Trump) y el convertido en podcaster estrella de la extrema derecha, Steve Bannon, han difundido sin pudor algunas de las afirmaciones más infundadas que ayudan a reforzar la agresión del Kremlin.

División previa

¿La extrema derecha estadounidense es una puerta abierta porque la propaganda del Kremlin se viraliza en los países occidentales, pero por qué? La respuesta es muy compleja, pero hace falta partir de qué Moscú aprovecha los resquicios y divisiones ideológicas preexistentes. Lo que hace es tirar gasolina a un fuego conformado por políticos, periodistas y paranoicos dispuestos a creerse que los demócratas o la gente mal nombrada woke quiere acabar con la humanidad.

"Rusia no saca ni siquiera sus narraciones más extravagantes de la nada; se basa en los resentimientos y las fisuras políticas existentes", explica a The Guardian directora de políticas de la Brookings Institution que rastrea la desinformación y la interferencia extranjera, Jessica Brandt. "Así que a menudo tienes una especie de armonía: tanto los mensajeros del Kremlin como las figuras clave de los medios de comunicación, cada uno por sus propios motivos, tienen interés en pedir a la administración su gestión de la crisis de Ucrania, a amplificar la desconfianza de los medios de comunicación con autoridad, en jugando con el escepticismo sobre los orígenes de la covid y la frustración con las medidas de mitigación del gobierno", sentencia y añade que Rusia busca voces "americanas auténticas" que promuevan estos discursos que benefician el Kremlin para que sean más creíbles. Es decir, propaganda rusa con la máscara de estadounidense.