En Japón se le presenta un nuevo problema. El país empezará a liberar aguas residuales de la central nuclear de Fukushima Daiichi a partir del jueves, desafiando la oposición de las comunidades pesqueras, China y algunos científicos.

🎣  Fukushima: polémico vertido en el Pacífico y pescadores en peligro
 

El primer ministro del país, Fumio Kishida, ha dicho que deshacerse de más de un millón de toneladas de agua que está almacenada en el lugar es una parte esencial del largo y complejo proceso para desmantelar la planta. Ahora bien, el plan, anunciado por Kishida, ha causado controversia porque el agua tiene tritio, una sustancia radiactiva que no puede eliminarse a través de la filtración de agua de la instalación, tal como destaca el The Guardian. Y eso ha hecho que, varios sectores de la población, estén en contra de esta medida que podría afectar también el prestigio de la comunidad de pescadores del país. ¿Quién querría arriesgarse a comprar pescado radiactivo?

¿Quién ha aprobado el vertido de esta agua?

La decisión se produce semanas después de que el organismo de control nuclear de la ONU, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aprobara la descarga mientras que también afirmaba que el impacto sobre las personas y el medio ambiente sería "insignificante".

Pero, claro está, todo tiene consecuencias. Corea del Sur y China prohibieron las exportaciones de productos del mar procedente de algunas partes de Japón después del desastre nuclear de Fukushima, en marzo del 2011. Corea del Sur estaba en contra de estos vertidos, pero recientemente ha abandonado la polémica. Ahora bien, los partidos de la oposición y los ciudadanos sí que están preparados para la seguridad alimentaria.

Algunos expertos han constatado que otras centrales nucleares utilizan los mismos procedimientos para liberar aguas residuales de sus plantas y que no comporta peligros. Paralelamente, sin embargo, Greenpeace, ha dicho que este proceso es defectuoso y que en las próximas décadas habrá en el mar una cantidad "inmensa" de material radiactivo.

Los pescadores japoneses están nerviosos con esta decisión

Después de más de una década lastrados por la crisis nuclear del 2011, los pescadores de Fukushima temen ahora que el inminente vertido en el Pacífico de agua residual de la planta atómica siniestrada torpedee sus esfuerzos por volver a la normalidad.

Las restricciones sobre la pesca local a raíz del accidente atómico se levantaron completamente en 2021, aunque las limitaciones de capturas por motivos de sostenibilidad hacen que las actividades pesqueras estén muy por debajo de antes del desastre. Además, hay que tener en cuenta algo importante y es el estigma. Saber que un pescado ha sido capturado en Fukushima no suma puntos.

Los pescadores de Fukushima, en su día uno de los caladores con más renombre de Japón, ven venir ahora un nuevo golpe para su reputación: la descarga en el océano de toneladas de agua radiactiva y depurada de la central, medida a que se oponen con firmeza a pesar de las compensaciones y las garantías de seguridad que ofrecen las autoridades niponas.

 

Imagen principal: el primer ministro japonés, Fumio Kishida, visita la planta nuclear de Fukushima / Efe