Boris Johnson formaba junto con Donald Trump y Jair Bolsonaro un equipo de líderes mundiales negacionistas del coronavirus cuando este se empezó a propagar por todo el mundo. Si bien los dos segundos se mantuvieron más o menos firmes en su discurso mientras estuvieron al frente de los gobiernos, Johnson cambió de opinión después de salir del hospital, donde tuvo que ingresar por haberse contagiado de coronavirus. A pesar de este cambio de opinión, desde Downing Street presionaron a la BBC para que evitara utilizar una palabra considerada tabú por el gobierno de Boris Johnson: lockdown ('confinamiento'). Mientras aquí la incorporamos muy rápidamente a nuestro vocabulario y nunca se evitó este concepto, en el Reino Unido no querían saber nada. Por eso, tal como ha revelado The Guardian, los editores de la cadena de televisión pública pidieron a sus periodistas que no utilizaran esta palabra, según consta en correos electrónicos y mensajes de WhatsApp. Su razonamiento se basaba en que solo se instaba a las personas a quedarse en casa y no tenían prohibido salir a la calle.

La BBC hablaba de restricciones, no de confinamiento

"Hola a todos. Downing Street pregunta si podemos evitar la palabra confinamiento. Me dijeron que el mensaje es que quieren seguir presionando a las personas para que se queden en casa, pero no se están hablando de hacer cumplir la ley", dice un correo enviado a los trabajadores después de que Boris Johnson anunciara nuevas medidas para contener la pandemia. Hay que tener en cuenta que, si bien durante unos meses los establecimientos cerraron, a diferencia de lo que se vivió en España cuando solo se podía salir para ir a comprar o a la farmacia, durante toda la pandemia los británicos podían salir una hora al día a pasear. Aquí, el Gobierno no lo permitió hasta al cabo de semanas de confinamiento total, e incluso se establecieron horarios para estos paseos.

El mensaje de Downing Street tuvo efecto: aunque los periodistas se quejaron ante esta censura, la página web y los telediarios de aquella jornada hablaban de restricciones, mientras que otras cadenas sí que se referían al confinamiento, utilizando este término. En cambio, la televisión pública no tenía problemas al utilizar la palabra tabú cuando se refería a otros países de Europa.

Momento de crisis para la BBC

Los mensajes de los directivos a los periodistas no se limitaban solo a términos en concreto, sino que también se referían a peticiones políticas, como hacer una cobertura más crítica contra el Partido Laborista, que lidera la oposición, después de recibir quejas desde la oficina del primer ministro. Esta noticia, revelada por The Guardian, coincide con un momento muy difícil para la BBC después del escándalo de Gary Lineker: el exfutbolista es uno de sus presentadores deportivos estrella, pero la cadena decidió suspenderlo después de haber criticado duramente la política contra la inmigración del gobierno de Rishi Sunak. Las dos partes llegaron a un acuerdo, y este fin de semana Lineker volverá a estar en su sitio de trabajo.