Este sábado, la portadología debe superar el reto de unas portadas sin mucha manduca. Llama la atención que La Vanguardia haya escogido esa historia de los "paquetes sangrantes" enviados a varias embajadas de Ucrania, una gamberrada sin más capacidad intimidatoria que la que los títulos de los diarios le quieren dar. De entrada, se espantan por muy poco en el diario de los Godó. Después, puestos a escoger alguna noticia relacionada con la guerra de Ucrania, quizás tiene más chicha la decisión de la Unión Europea y los Estados Unidos de fijar un precio máximo para el petróleo ruso de 60 dólares por barril.
El plan tendrá un impacto pequeño en los ingresos energéticos del Kremlin pero cae lejos de causar un choque energético mundial. Dicho de otra manera, se asegura el suministro a las economías emergentes y en desarrollo que dependen del petróleo ruso, a la vez que se limita la capacidad de Putin de financiar la guerra con ingresos procedentes del crudo. Por encima de todo, es un acuerdo unánime entre la UE y los EE.UU., cosa que ayuda a lubrificar las relaciones entre los aliados de Ucrania —que no siempre van de acuerdo en los detalles— y allana el camino a nuevos pactos de este estilo. Es una maniobra diplomática y económica contra una gamberrada. El País titula por los diplomáticos y La Vanguardia, por los canallas. En fin. Un mal día lo tiene todo el mundo.
También tiene gracia el gráfico que hace El Mundo, que muestra a tamaño real la parte de la pelota que no superó la línea de córner en el segundo gol de Japón, el de la victoria contra España en el Mundial de fútbol de Qatar. En esta línea, el diario, que tenía fama bien ganada de publicar los mejores gráficos de la prensa española, ya hizo a uno muy espectacular en 1991, cuando Mike Powell superó por cinco centímetros los 8,90 metros que Bob Beamon saltó en México en 1968. Una figurita de Powell recorría las páginas del diario. La longitud resultante de la suma de las páginas, desde el inicio del salto en portada hasta el final en la primera de deportes, sumaba 8,95 metros. Hoy es el mismo concepto aplicado al gol de Japón, que media España no se cree que fuera legal.
Después eatá ABC, que publica en portada una fotografía enorme de los reclutas ucranianos que el ejército español entrena en Toledo. El título es un poco asín: "No es Ucrania, es Toledo", dice. Es difícil que nadie piense que el secarral que se ve en la imagen, sin nieve y sin frío, es algún lugar de Ucrania. Gracias igualmente por la precisión, ABC. Muy gentiles. En cambio, El País, que también anuncia un reportaje de este centro de entrenamiento de reclutas en Toledo, publica una foto de Ivan (nombre figurado), uno de los 437 rusos que han pedido asilo en España. Por estos detalles se conoce bien cuál es la actitud de un diario y el otro, cuáles son las cosas que hacen latir su corazón.
