Llama mucho la atención el título principal de ABC. Enfáticamente, dice que Alemania "se niega a aceptar el chantaje de Putin" con el suministro del gas, aunque sólo dispone de reservas para 80 días. El poder industrial del país y la calidad de su producción dependen de los gasoductos rusos —y, por lo tanto, el bienestar de los alemanes. Ahogar a Rusia rehusando el gas es lo que pidió al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, al Bundestag. Como han cambiado las cosas. Hace menos de un mes, Siegfried Russwurm, presidente de la Confederación de la Industria Alemana (BDI) decía que "las imágenes que nos llegan de Ucrania son horribles pero no podemos desconectar la racionalidad de nuestras decisiones", como queriendo decir que suspender el suministro de gas de Rusia equivalía a perder el juicio. Pues parece que Alemania enloquecerá, consciente de que Putin financia con los ingresos del gas la invasión de Ucrania y el martirio de sus ciudadanos y ciudades. Si los alemanes son capaces de mantener este compromiso, se presentarán como un modelo nobilísimo y un ejemplo para el resto de Occidente. Ocurre algo parecido con la decisión del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de liberar un millón de barriles de petróleo diarios con el fin de bajar el precio de los carburantes y parar la inflación. Sólo La Razón lo tiene en portada.

En este contexto, España y Portugal proponen a la Unión Europea un tope duro al precio del gas. Según los cálculos de la mayoría de portadas, el precio de la luz se reduciría a la mitad (según Ara, generoso, en dos tercios). Tiene que ser una propuesta técnicamente posible, porque no tendría sentido presentarla en Bruselas donde, además de los expertos y peritos de los gobiernos de los 27 miembros de la UE, aparecerán también los lobistas de las empresas de generación y suministro de energía, entre otros afectados, dispuestos a defender a capa y espada los intereses de sus clientes. Cómo acabará la propuesta no se sabe, pero es valerosa y atrevida. Aciertan los diarios que abre las portadas con este tema. Es chocante, en cambio, que El Mundo la ridiculice sin mucho soporte informativo (es decir, de la realidad) y deje ver que se escandaliza, aludiendo a una supuesta mala recepción de la idea del tope al precio del gas. Es mezquino por parte del diario, porque si lo hubiera presentado un gobierno del PP les pedirían el Premio Nobel de la Paz. Su actitud deja en el diario al lado equivocado de la historia. Si Alemania, los Estados Unidos y Europa se conjuran para resistir las consecuencias de medidas duras como esas con el fin de derrotar a la autócrata ruso; si realmente tienen, tenemos, esta capacidad de sacrificio, no hay ejércitos que valgan, ni misiles hipersónicos que den miedo, ni bastantes bombardeos para parar a Occidente. El precio es caro. La recompensa es muy alta.

LV

La Vanguardia

AHORA

Ahora

EP

El País

ABC

ABC

LR

La Razón

ME

El Mundo

EPA

El Punto Hoy

EPC

El Periódico