De entrada: Núria Feliu merecía más. Mucho más. Da un poco de vergüenza ver cómo la ignoran La Vanguardia y El Periódico. Es todo muy opinable, claro, pero la foto del tractor y los soldados bien podía ser de la Feliu. También podía haberse hecho algún guiño a Núria Feliu/Rosalia —una que va, la otra que viene, etcétera. Lo que sea, menos ignorarla. Dicho esto, es muy bonita la expresión "la paz del trigo" con que La Vanguardia describe el acuerdo entre Ucrania y Rusia para abrir un corredor a la exportación de cereales y fertilizantes y alejar una crisis alimentaria mundial que ya empezaba a sentirse con crudeza en varios países africanos. El País —lleva un título un poco pedante— lo complementa muy bien en el subtítulo: el entendimiento entre el agresor ruso y el agredido ucraniano allana el camino al proceso de paz. Recuerda los inicios de la actual Unión Europea: la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, que reunió en un interés económico común a los antiguos contendientes de la II Guerra Mundial. La gracia de ambos bloques de titulares es que señalan mejor que los de otros la importancia de aquel acuerdo, patrocinado por Turquía y la ONU: evitar el hambre de centenares de millones de personas. Tal como lo dice el Ara, por ejemplo, queda frío y sin sustancia. "Acuerdo para sacar el grano de Ucrania" es más escueto que el salpicadero de un Seat Panda.

También podría comentarse que las portadas "normales" de este sábado son las que abren con el acuerdo del trigo. En los diarios del Trío de la Gasolina, sin embargo, mandan sus paranoias. El Mundo se abandona otra vez a su fetichismo por ETA. Es tal la manía del diario por este asunto que no es difícil pensar en algún tipo de disfunción intelectual o sentimental entre quienes editan la portada que les lleva a desenterrar la memoria de los años del plomo y en ajustar las cuentas hoy con los hechos de hace 30, 25, 10 años. Es enfermizo. Igual que ABC, que promueve una tangana tremenda contra el nuevo Fiscal General español. La bronca es tan terrible y visceral que da que pensar si no es la revancha de alguna crisis antigua o un odio arraigado en la etapa escolar. Uno de los dos, el diario o el Fiscal General tendrían que explicarlo.

El dicho francés cherchez la femme sugiere que un misterio puede ser resuelto identificando una femme fatale o un interés romántico femenino como causa última de un caso policíaco, la victoria de un político o el éxito de un artista. Por ejemplo, todos los medios destacan estos días lo primero que hace el probable ganador del Tour, Jonas Vingegaard, al acabar la etapa: llamar a su mujer. Chechez la femme. Pues bien, un veterano director de diarios español decía hace unos cuantos años que detrás de cada cabecera hay un banco. Cherchez la banque. Este sábado, ABC y La Razón avalan la teoría. El tabloide monárquico porque utiliza al gobernador del Banco de España para criticar el nuevo impuesto a los beneficios de la banca que implantará el gobierno español. La Razón porque usa al presidente del PP en Castilla-La Mancha, de quien no es necesario decir su nombre, pues nunca has oído hablar de él y no volverás a oír hablar nunca más. El Periódico juega un poco a hacer quedar mal a la vicepresidenta económica española, Nadia Calviño, que "esconde a la banca los detalles del nuevo impuesto". Calviño ha dicho que se negociará al Parlamento, con los representantes de la soberanía popular, y no con el sector bancario. Esta afirmación tiene la credibilidad que tiene, pero la razón de que no acuerden el nuevo tributo con la banca es fácil de imaginar. Es la contraria a la motiva los diarios a ponerse a favor de la banca.

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